«Nos comportamos como si los recursos nunca se agotaran»

Para dar una idea de por qué es tan importante redefinir el crecimiento económico, convirtiendo la línea recta -con la que identifica el sistema tradicional- en un círculo capaz de regenerar la naturaleza, se remontó veinte años atrás, cuando hizo realidad su sueño de navegar alrededor del mundo. Lo hizo en solitario, como regatista, y batió el récord mundial de circunnavegación. «Recuerdo vivamente que escribí en mi bitácora mientras estaba sola en el mar: 'Lo que tengo en este barco es todo lo que tengo, no hay más'. Supe entonces que, si se me acababa el combustible, el agua o la comida, mi viaje terminaría. Era cuestión de éxito o fracaso, de vida o muerte. Dependía totalmente de mis limitados recursos».

En tierra firme, «nuestro mundo es nuestro barco», aseguró la exregatista británica durante su discurso. Un barco con recursos finitos, aunque «nos comportamos como si nuestros recursos nunca se agotaran». Una enseñanza que ella aprendió en altamar y que preservó como filosofía de vida llegando a hacer de Ellen MacArthur todo un referente de esa transición hacia la economía circular que ya han emprendido algunos países como España.

«El daño nos rodea y no puede ser ignorado. Pero, ¿no podemos hacerlo mejor?¿Qué pasa si esa línea recta se convierte en un círculo? Si en lugar de coger, fabricar y desperdiciar, canalizamos los residuos y la contaminación, mantenemos los productos y materiales en uso durante el mayor tiempo posible y regeneramos la naturaleza», trasladó a los presentes la galardonada con el Princesa de Asturias de la Cooperación Internacional.

La respuesta no se hizo esperar: «Resultaría una economía que no se agota, que aprovecha la innovación y la creatividad e induce un crecimiento a largo plazo mientras hace del mundo un lugar mejor».

Para este «enorme desafío», que requiere «un cambio sistémico», Ellen MacArthur propone la participación de «todos los sectores», desde las administraciones o las empresas a los consumidores. En este sentido, destacó, «España -ustedes- se encuentra entre los pioneros de esta transición al haberla adoptado en su Estrategia Circular 2030», además de haberse unido a otros países de las Naciones Unidas para negociar un tratado global y abordar el problema de la contaminación plástica.

«¿Por qué fabricar algo que sabemos que se convertirá en residuo?», cuestionó. Evitar que millones de toneladas de plástico contaminen el medio ambiente es, precisamente, una de las líneas de trabajo fundamentales de la Fundación de Ellen MacArthur, que, a través de la economía circular, pretende también «hacer crecer la biodiversidad, regenerar nuestros recursos o arreglar nuestro clima». Se trata, en definitiva, de dejar a las generaciones venideras un planeta «más saludable».