Carmen Linares y María Pagés durante un ensayo para su espectáculo en los Premios Princesa de Asturias Pablo Lorenzana
Premio Princesa de Asturias de las Artes

Flamencas de raíz y de horizonte

Carmen Linares y María Pagés ·

Reconocimiento. Linares y Pagés han luchado por la dignificación del género por encima de su propio lucimiento, sentando las bases para futuras generaciones

Jueves, 27 de octubre 2022

Con la concesión del Premio Princesa de Asturias de las Artes a Carmen Linares y María Pagés, el flamenco ha sido al fin galardonado en las tres disciplinas que lo integran: cante, baile y toque. Porque resulta imposible olvidar al ... genial guitarrista Paco de Lucía, reconocido en 2004 y que, como la cantaora y la bailaora ahora premiadas, quiso dedicar el espaldarazo a un género demasiadas veces denostado por sus orígenes populares y reivindicar para él mayor reconocimiento. Un arte que las dueñas de dos trayectorias presididas por la profesionalidad, la honestidad, el rigor y la modestia han puesto siempre por encima de su lucimiento personal y han tratado de dignificar. Al que han entregado años de «autodisciplina, trabajo, curiosidad, actitud crítica y amor», como destacaba el actor Antonio Banderas tras la concesión del galardón.

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Dueñas del respeto y el reconocimiento unánime de la profesión, además de brillar con luz propia en los carteles nacionales e internacionales, la obra de Linares y Pagés es ya «arte de la genealogía del flamenco contemporáneo», según destaca el acta del jurado embrujado por su duende. Porque «ambas, en sus disciplinas, han ensanchado el cante y el baile desde el respeto por la tradición, apostando por ampliar sus cauces expresivos, impulsando así el carácter universal de un extraordinario patrimonio cultural, popular y sensorial».

Y lo han hecho, además, «con voluntad de permanente exploración», por lo que «su trabajo dota al flamenco de nuevas herramientas a la vez que amplifica el lenguaje de una manifestación cultural que vive un momento de esplendor y búsqueda de nuevos horizontes». Dos creadoras, en suma, que «despliegan en su trayectoria experiencias que reivindican el flamenco como uno de los géneros musicales más sugerentes de nuestro tiempo y un acontecimiento artístico perenne y único».

Esto es lo que llega ahora a reconocer el Premio Princesa de Asturias de las Artes 2022. A dos mujeres en las que converge el espíritu de varias generaciones y que, desde el respeto por la tradición y la hondura de las raíces, han sabido modernizar y adaptar su esencia al mundo contemporáneo, elevándolo, aún más si cabe, a la categoría de «arte universal», como subrayaba el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, al felicitarlas por el Princesa.

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La pasión a la que se han dedicado en cuerpo y alma, según recordaba la propia Carmen Linares a la hora de agradecer el galardón:«Estoy muy feliz por mí y por el arte flamenco, en mayúsculas, que es lo que yo más quiero y a lo que he dado mi vida. He entregado mi vida a este arte, pero de verdad me lo está devolviendo con creces. Ha sido una suerte, la suerte de mi vida, encontrarme con esta música flamenca, que es para mí una de las mejores músicas del mundo, poderme dedicar a esta profesión y dar todo lo que llevo dentro».

Un premio que, en palabras de Pagés, «sitúa al arte flamenco, uno de los paradigmas de contemporaneidad que mejor nos definen como país, como lo que es, una maravillosa expresión de nuestra identidad cultural, atada a la tierra pero tocada por la gracia de la universalidad». Palabra de dos grandes que han abierto brechas con repercusión no solo artística, sino también social, y se han convertido en el mejor ejemplo de trabajo, talento, dedicación y compromiso para los flamencos del futuro.

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