El fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, a su llegada al Supremo este miércoles EFE

El fiscal general va al choque con el juez del Supremo y se niega a responderle por parcial

García Ortiz acusa a Hurtado de no querer «descubrir la verdad» y declara, a preguntas de su abogado, que no fue el filtrador del correo del novio de Ayuso

Miércoles, 29 de enero 2025, 01:09

Álvaro García Ortiz negó «rotundamente» este miércoles en el Supremo estar detrás de la filtración del correo electrónico del abogado del novio de Isabel Díaz Ayuso que le ha costado convertirse en el primer fiscal general de la historia judicial española imputado. En su ... comparecencia sin precedentes, el máximo responsable del Ministerio Público no solo se limitó a defenderse, sino que llevó a una nueva dimensión el enfrentamiento entre la Fiscalía y el más alto tribunal, al poner en cuestión la neutralidad del Supremo, hasta el punto de que se negó a responder a las preguntas del instructor de la causa, Ángel Luis Hurtado, por considerarlo parcial.

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«Creo que el instructor parte de una certeza que le impide descubrir la verdad», aseguró el fiscal general, quien también denunció la «intromisión ilegítima» en su intimidad durante el registro ordenado por Hurtado de su despacho en la Fiscalía General del Estado. García Ortiz -que solo respondió a la Abogacía del Estado, que ejerce su defensa en este caso- fue interrogado durante poco más de una hora y cuarto. Un tiempo en el que insistió en que la instrucción que está llevando a cabo el alto tribunal vulnera su derecho de defensa y debería declararse «nula».

La propia Fiscalía como institución se sumó a esta 'guerra' sin precedentes declarada por el máximo representante del Ministerio Público al Supremo. Así las cosas, la teniente fiscal del Supremo y número 2 de la carrera, Ángeles Sánchez Conde, se negó a interrogar a su superior alegando «conflicto de antijuricidad» ya que durante la instrucción -denunció- ha habido actuaciones «invasivas de los derechos fundamentales» del investigado.

Más allá de azuzar el enfrentamiento institucional entre la Fiscalía y el Supremo con sus críticas a Hurtado rayanas en la prevaricación, García Ortiz dijo no tener constancia de que la filtración del famoso mail del 2 de febrero de 2024 en el que el letrado de Alberto González Amador reconocía el doble delito fiscal de su cliente hubiera salido de la Fiscalía General o de la Fiscalía de Madrid. Y también rechazó con vehemencia que jamás haya maniobrado para perjudicar a la pareja de la presidenta madrileña o que haya vetado un pacto de conformidad con éste, como se difundió desde el entorno de Isabel Díaz Ayuso.

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El fiscal general no solo se mostró especialmente beligerante con el juez que le investiga, sino también con la fiscal superior de Madrid, Almudena Lastra (quien le apuntó como posible filtrador en su declaración) y, sobre todo, con la acusación particular ejercida por González Amador. Dijo que se negaba a responder al abogado de las pareja de Ayuso en su querella inicial omitió «hechos relevantes para la investigación» como que él mismo envió emails de la causa al jefe de gabinete de la presidenta madrileña, Miguel Ángel Rodríguez. En esa línea, echó en cara al empresario que no desmintiera «las falsedades que se estaban difundiendo en su nombre», en referencia a que era la Fiscalía la que había propuesto primero un pacto y que luego éste había sido vetado. «La mentira nunca puede ser un secreto», apostilló el investigado.

Avisó a la UCO

Con la misma rotundidad que negó estar detrás de la filtración, el máximo responsable de la acusación pública española negó en el Supremo haber tratado de obstaculizar la investigación con el borrado de los datos su móvil y luego cambiando de terminal el pasado 23 de octubre, justo una semana después de que el Tribunal Supremo le encausara por la presunta revelación de secretos de Alberto González Amador. García Ortiz explicó que desde que llegó al cargo ha cambiado de teléfono hasta en seis ocasiones, siguiendo siempre los protocolos de seguridad, ya que en su terminal almacena siempre información muy sensible de todo tipo de procesos.

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Según el imputado, él mismo advirtió el pasado 30 de octubre a los agentes de las Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil que «allanaron» su despacho que el terminal que se llevaban no era el que estaba operativo en marzo de 2024 cuando se produjo la filtración a los medios del famoso mail.

García Ortiz, que llegó a la sede del alto tribunal a bordo de un vehículo oficial, entró al Supremo a las 9:45 horas por su puerta principal y no por la lateral por la que habitualmente acceden los testigos e imputados.

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A las puertas del edificio un pequeño grupo de manifestantes recibió a Álvaro García Ortiz con gritos de «dimisión» y «a la cárcel». El fiscal general, que lució una corbata con motivos inspirados en la justicia, llegó acompañado del abogado del Estado José Ignacio Ocio, que ejerce su defensa, y fue recibido por Javier Huete, fiscal de Sala jefe de la Sección de lo Penal del Alto Tribunal.

García Ortiz desembarcó en el Supremo solo horas después de que este mismo tribunal haya avalado por unanimidad su nombramiento al frente de la Fiscalía General del Estado, después de la que Sección Cuarta de la Sala de lo Contencioso-Administrativo rechazara el recurso que presentó la Asociación Profesional Independiente de Fiscales (APIF) contra la decisión del Gobierno de renovar, en diciembre de 2023, a García Ortiz como jefe del Ministerio Público.

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