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J. C. A.
OVIEDO.
Lunes, 2 de marzo 2020, 01:31
La noche de Carnaval se saldó con tres incidentes en la zona de copas de Oviedo. El más grave, según fuentes de seguridad fue la supuesta agresión al portero de un local de la calle Jesús a las seis y diez de la mañana ... y que dio con un hombre de nacionalidad colombiana en calabozos.
A esa hora se personaron patrullas de las policías Local y Nacional en la citada calle. Al parecer, el detenido había tratado de agredir con un cuchillo al portero, pero en el momento de la intervención los agentes no encontraron arma blanca alguna. Como el individuo había roto varias botellas en el interior del local en actitud desafiante acabaron por detenerlo.
Antes, la Policía Local intervino para frenar sendas peleas. La primera se produjo a la una y diez de la mañana cerca de una discoteca de la calle de El Peso. Según el departamento de Seguridad Ciudadana, se filió a once jóvenes supuestamente participantes en la algarada, que se disolvió con la presencia de los agentes. A las tres de la madrugada también fue necesaria la actuación de los agentes desplegados por el Antiguo. Esta vez por una pelea en la calle Magdalena cuando unos jóvenes quisieron pasar de las palabras a los hechos. Tampoco hubo detenidos.
La concejalía de Seguridad Ciudadana había diseñado un plan de contingencia para la noche de Carnaval reforzando la presencia policial en las zonas más calientes de la ciudad. Preocupaban tanto las últimas agresiones de gravedad producidas en el Antiguo como la presencia masiva de jóvenes bebiendo en la calle.
En coordinación con la Jefatura Superior de Policía, la concejalía de Seguridad Ciudadana dispuso a más de 25 agentes en la calle. Desde bien temprano acudieron a las zonas preferidas por los jóvenes para practicar el botellón para disolver las reuniones: Campo de San Francisco, Campillín, Trascorrales y plaza del Sol. Fuentes de la concejalía confirmaron ayer que «se controló a todo el mundo sin incidentes».
Vecinos de la zona, sorprendidos por las sirenas a las once y media de la noche relataron a este periódico cómo «cuatro coches de Policía con las luces y sirenas aparecieron por El Campillín y los jóvenes se iban en desbandada hacia la plaza del Sol». «Eran todos guajes disfrazados que se fueron sin problemas», añadieron.
En cuanto a la presencia masiva de jóvenes disfrutando del Carnaval, los vecinos explicaron que eran «hordas de gente». «Bajo mi ventana hubo un momento que los coches e policía tenían que parar porque no pasaban», explicaron. El operativo se repitió a lo largo de la noche en los puntos con mayor afluencia de público en aras de conciliar el ocio con el descanso de los vecinos del Casco Antiguo.
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