El rearme de Europa pasa por Asturias

Europa se rearma. La escalada de conflictos armados y el nuevo orden político mundial han llevado a los países de la Unión a comprometer un mayor gasto en defensa; España, en concreto, ha comprometido 17.000 millones de euros hasta 2029. En este escenario global, Asturias está bien posicionada para captar inversiones. En Trubia (Oviedo), historia y corazón de la industria de defensa en Asturias, se asientan Santa Bárbara Sistemas (división española de General Dyanamics) y la alemana Rheinmetall Expal Munitions. Ambas han impulsado el crecimiento y la consolidación de un sector llamado a revitalizar la actividad industrial del Principado al que ya se ha sumado Escribano con su nuevo centro de I+D+i en La Curtidora de Avilés.

Ahora se avecina un escenario de cambios, de cierta convulsión industrial y de un mayor crecimiento. Indra encarna la intención del Gobierno central de recuperar Santa Bárbara como empresa con participación pública después de que el Ejecutivo de José María Aznar la vendiese al grupo americano General Dynamics en 2001 por 831,9 millones de pesetas. Esta, por ahora, se niega a vender. Como contrapunto, Indra, ya participada por el Estado a través de la Sociedad Estatal de Propiedades Industriales (SEPI), ha anunciado la compra del Tallerón de Duro Felguera en Gijón para fabricar sus propios blindados.

Santa Bárbara Sistemas, eso sí, es el germen de la cultura industrial y de defensa de Asturias gracias a la fábrica de armas de Trubia, que supera los 230 años de historia. Además, a día de hoy, es referente europeo en el diseño y fabricación de los vehículos blindados más modernos y con su actividad en la villa cañonera se ha convertido también en el tecnólogo y la autoridad de diseño de los programas de vehículos terrestres, tanto de ruedas como de cadenas, de las Fuerzas Armadas españolas bajo el paraguas del consorcio de empresas de armamento Tess Defence, liderado por Indra y en el que también participan Escribano y Sapa.

A falta de que se concreten los planes de Indra y Tess Defence, Santa Bárbara continúa siendo la empresa tractora de todas las demás. La implantación en Asturias de la fábrica de armas de Trubia propició una cultura industrial ligada al armamento de la que ahora la región presume y que le sirve para encarar los retos presentes y futuros de la reindustrialización. También fue el germen de la Formación Profesional gracias a la histórica Escuela de Aprendices, de la que salían algunos de los mejores profesionales de todo el país.

Carros de combate y blindados son la especialidad de un territorio en el que Santa Bárbara Sistemas actúa como la cabeza tractora de todas las demás. Dos son los contratos fundamentales en marcha: el Vehículo de Combate sobre Ruedas (VCR) 8x8 Dragón, valorado en 2.500 millones de euros para la fabricación de 348 unidades del blindado estrella del Ejército de Tierra, y el futuro Vehículo de Apoyo a Cadenas (VAC), del que se fabricarán 394 unidades por 1.954 millones de euros a partir de 2026. Dos de los principales megaprogramas de armamento que se están llevando a cabo en la actualidad en España que, sin embargo, están salpicados por los retrasos. El primero, en cuanto a las entregas de los vehículos. Indra ha prometido que los primeros once serán recibidos por el Ministerio de Defensa muy pronto. El segundo, por la demora en su desarrollo inicial, que debe servir de base para encarar a futuro la fase de producción.

El sector de la defensa en Asturias no deja de crecer y aspira a ser una parte fundamental del nuevo corredor definido por el departamento que dirige Margarita Robles sobre la Ruta de la Plata. La importante producción de blindados lleva aparejada, al margen de los planes de Indra de establecerse en El Tallerón para fabricar sus propios vehículos, la construcción de un nuevo centro industrial y de ingeniería en Asturias en el que Tess Defence, el consorcio de empresas liderado por Indra y en el que participan Santa Bárbara, Sapa y Escribano, se encargará de ejecutar las fases finales de integración de vehículos blindados.

Aún no se ha decidido el lugar donde estará ubicado, pero será de grandes dimensiones, ya que ocupará más de 200.000 metros cuadrados de terreno.

El Ministerio de Defensa entiende que se trata de un sector que funciona como un elemento vehicular para la cohesión territorial y los corredores, elementos que ejercen una capilaridad en todo el territorio y permiten a las empresas de dicho cuadrante (el de la Ruta de la Plata pasará del centenar de empresas y más de la mitad de ellas serán asturianas) formar parte de una cadena de suministro en la que las pymes y 'startups' beben directamente de las grandes.

En ese contexto, una buena parte del futuro de esta industria en Asturias dependerá del nuevo centro industrial y de ingeniería ligado a los contratos en marcha y a los que se espera vean la luz próximamente, como es el caso de la necesaria renovación de los sistemas de artillería autopropulsada que opera el Ejército de Tierra y que están obsoletos. También, de la consecución de los planes de Indra para recuperar como empresa con participación pública Santa Bárbara. La fábrica de armas de Trubia es propiedad del Ministerio de Defensa y su cesión a GDELS-Santa Bárbara Sistemas se encuentra prorrogada hasta el 21 de julio de 2031.

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