Estabilidad global

En 2023, las industrias de Defensa, Seguridad, Aeronáutica y Espacio han facturado, aproximadamente, 13.900 millones de euros, pero si se considera su impacto directo, indirecto e inducido para la economía española, dichas industrias generaron casi 19.700 millones de euros de PIB, lo que supone un 1,3% del PIB nacional o el 12% del PIB industrial de nuestro país. El informe 'Impacto económico y social de la Industria de Defensa, Seguridad, Aeronáutica y Espacio', elaborado para TEDAE por la consultora Price Waterhouse Coopers y presentado el pasado 18 de noviembre, menciona que la contribución total al empleo del sector defensa y seguridad en el Principado de Asturias es de 2.571 empleos (5,17% del empleo industrial de la región).

Vemos pues que la industria de defensa representa un motor de gran relevancia e impacto en el tejido industrial asturiano. Estamos en una región de gran tradición industrial, especialmente en lo que se refiere a la siderurgia y a la minería, particularmente del carbón. Esto supuso que se convirtiera en un centro neurálgico a nivel nacional de la producción industrial.

La vinculación de Asturias con la industria de defensa no es nueva. La fábrica de armas de Trubia echó a andar a finales del siglo XVIII. También tuvo especial relevancia la fábrica de la Vega, –hoy de todos los asturianos, gracias al convenio firmado por el Ministerio de Defensa, el Principado de Asturias y el Ayuntamiento de Oviedo–, y la planta de Expal, adquirida por la multinacional alemana Rheinmetall, cuya plantilla ha crecido exponencialmente en los dos últimos años y medio, y que muy probablemente seguirá incrementándose.

Esta vinculación continúa actualmente: el consorcio de empresas GDELS-Santa Bárbara Sistemas, Sapa, Escribano, e Indra (TESS DEFENCE), desarrolla en la fábrica de Trubia el programa del Vehículo de Combate sobre Ruedas (VCR) 8x8 Dragón. También vinculado a la planta de Trubia está el programa del Vehículo de Apoyo de Cadenas (VAC). Esto supone un volumen de negocio en torno a los 10.000 millones de euros para un horizonte temporal de entre 12 y 15 años, con un pedido en firme de 700 vehículos en distintas configuraciones.

Además, este consorcio pondrá en marcha un Centro Tecnológico para instalar en Asturias una planta fabril, así como un departamento de ingeniería. Este proyecto será clave en la creación de nuevas empresas tecnológicas y en la generación de empleo.

En esta misma línea se ha pronunciado la empresa Escribano Mechanical & Engineering, anunciando la creación de un centro de ingeniería en el Principado de Asturias. Así pues, lo que queda fuera de toda duda es el papel dinamizador que juega el sector de la industria de defensa en España y por ende en Asturias, que se plasma en tres vertientes: la de la innovación tecnológica, el desarrollo económico-social de nivel regional, y el crecimiento empresarial.

La industria de defensa en España se agrupa en tres grandes corredores industriales bien conocidos; el corredor Norte, el corredor Centro-Mediterráneo y el corredor Sur. La Estrategia Industrial de Defensa 2023 (EID) ya establecía la necesidad de impulsar un nuevo corredor industrial, siguiendo el trazado de la Ruta de la Plata, de la cual recibe el nombre.

Este corredor, con especial trascendencia y relevancia para el sector terrestre, parte desde Asturias y se extiende en dirección sur hasta Andalucía. En su extremo norte destaca la fábrica de Trubia, donde se desarrolla parcialmente el programa 8x8 Dragón y la de munición de Rheinmetall Expal. En el extremo sur, la fábrica de la localidad de Alcalá de Guadaíra (Sevilla), donde también se encargan de actividades asociadas al Dragón, el Centro de Innovación para la Industria de Defensa (CEDETEX) en Jaén, y la Base Logística del Ejército de Tierra (BLET) en Córdoba.

Esta iniciativa del Ministerio de Defensa ha impulsado al Gobierno asturiano a firmar un convenio de colaboración con la Diputación Provincial de Jaén. En este convenio también participan las cámaras oficiales de comercio de Oviedo y Jaén, para de esta forma poner en marcha la alianza Vía Carisa, que debe su nombre al general romano Publio Carisio, impulsor de la primera y principal vía de comunicación romana en Asturias. La alianza pretende fortalecer el corredor industrial de la Plata, centrado en el sector de defensa. Por otra parte, León y Extremadura ya han manifestado su interés en sumarse a esta iniciativa.

La EID destaca que estos corredores son vectores de la cohesión territorial por ser el sector de defensa «un sector con un importante componente tecnológico que suministra productos de alto valor añadido, con una fuerte componente exportadora y que requiere de formación altamente especializada».

La implementación de estos corredores ejerce una función vertebradora en todo el territorio nacional, amplificando los beneficios de las inversiones en defensa y contribuyendo a que todas las empresas del territorio nacional formen parte de la cadena de suministro de este sector. «Esto confiere al sector otro papel relevante en creación de empleo de alta cualificación y, por lo tanto, como un factor económico clave para potenciar las economías regionales».

La industria asturiana se ha agrupado en un HUB tecnológico cuyo propósito es contribuir al desarrollo de la industria de defensa. La asociación empresarial de tecnología de Asturias para el desarrollo de la industria de la defensa, iniciativa Ingeniero González-Hontoria, cuenta con empresas de diversos tamaños; desde Arcelor, Danima o Expal Systems, hasta pymes y startups.

En sus dos años de andadura ha sido capaz de aglutinar 52 empresas que emplean a más de 2.500 personas. Esto sitúa a Asturias como la sexta comunidad autónoma con más empleo vinculado al sector de defensa.

El HUB de defensa de Asturias es una asociación con una gran variedad de perfiles tecnológicos e industriales, lo que representa uno de sus mayores activos dadas las perspectivas de colaboración que se plantean. Precisamente la aparición del HUB ha posibilitado un cambio de mentalidad que ha facilitado el entendimiento entre empresas. Hasta entonces, las empresas trabajaban en compartimentos casi estancos, con escasa comunicación entre ellas. Esta situación se ha ido revertiendo poco a poco y se han establecido canales de comunicación entre las empresas que han comprobado las bondades de esta nueva situación: intereses compartidos, economía de escala para adquisición de materias primas, sinergias...

Las áreas de trabajo de este HUB son: robótica, protección del combatiente, vehículos autónomos, diseño, ingeniería y fabricación avanzada, fabricación aditiva, armamento, munición y sistemas de defensa, tecnología de la información, realidad virtual (RV), realidad aumentada (RA) y simuladores.

No cabe duda de que el futuro del HUB pasa por mantener esta colaboración entre empresas, por el desarrollo de nuevas tecnologías de carácter militar y /o dual, y la búsqueda de nuevos programas y áreas de negocio.

La inversión en defensa posibilita el desarrollo de la industria nacional, generando puestos de trabajo, muchos de ellos de una alta cualificación profesional. Es una inversión en paz y seguridad que impulsa nuestra economía y proporciona importantes retornos económicos.

Resulta importante poner de manifiesto que la industria de defensa representa también la búsqueda de soluciones tecnológicas, el desarrollo de la inteligencia artificial, tan en boga en la actualidad, avances en robótica, simulación, drones, etc. Y muchos de estos desarrollos tienen un marcado carácter dual, de clara implementación en aplicaciones civiles.

La política industrial desarrollada por el Ministerio de Defensa potencia la Base Industrial y Tecnológica de la Defensa, en el convencimiento del efecto tractor que supone para las economías locales y regionales de España.

El sector de la industria de defensa atesora un tremendo potencial de expansión y desarrollo y gran parte de sus expectativas pasan por mantener el incremento sostenido de recursos presupuestarios y la colaboración público-privada.