Nueva industria
El plan de Asturias para la industria vinculada con la seguridad pasa por convertirnos en un referente tecnológico
David González
Director ejecutivo de la Agencia SEKUENS
Martes, 11 de marzo 2025, 11:42
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David González
Director ejecutivo de la Agencia SEKUENS
Martes, 11 de marzo 2025, 11:42
Fractal es un concepto matemático que define un objeto geométrico en el que una misma estructura, fragmentada o aparentemente irregular, se repite a diferentes escalas y tamaños. Esta definición puede no traer mucha luz sobre el significado de un fractal. Sin embargo, es fácil de entender cuando ponemos ejemplos de fractales que existen en la naturaleza. El ejemplo más icónico es el de los copos de nieve, en los que las estructuras hexagonales se repiten de forma continuada tanto si observamos sus cristales individuales, como si nos centramos en la estructura en su global. Geometría global que se convierte en arte y donde las unidades que la componen danzan en perfecta sincronía.
Hago esta introducción porque lo que se está construyendo en Asturias en torno a la nueva industria de la defensa va más allá del, ampliamente ... usado, concepto de ecosistema. Me aventuro a asegurar que estamos construyendo lo que, a partir de ahora, llamaré un entorno de innovación fractal. Un entorno armónico en su globalidad y formado por unidades corales en sí mismas que se coordinan para formar la deseada perfección final. En definitiva, elevamos el ecosistema a un nivel superior.
Y es que Asturias tiene un plan para la industria de la defensa. Y este plan pasa por convertirnos en un referente tecnológico a nivel nacional y europeo. En los últimos tres años, hemos visto cómo nuestra región ha ido tejiendo ese entorno fractal pasando por necesarias etapas de construcción tecnológica y de relaciones, pero con una visión de medio y largo plazo. Esto último es de extrema relevancia ya que existen sectores y temáticas que, si consideradas estratégicas, deben llevar un alto componente de tenacidad, ambición y autoconfianza entre sus impulsores.
Asturias parte con una sólida base industrial e histórica en el sector. Sin embargo, los tiempos actuales requieren un componente de audacia y coordinación excepcional si realmente se quiere tener la ambición de ser referente en la industria. Esa audacia comienza identificando las unidades fractales que, en nuestro caso, son seis: tejido empresarial productivo y tecnológico, Fuerzas Armadas, Administración pública, agentes económicos y sociales, medios de comunicación y sociedad en general.
Desde el principio, el tejido empresarial lideró la estrategia alrededor de una asociación industrial o hub, con un liderazgo de las empresas consolidadas que tenemos en la región, un centro tecnológico y con otras pequeñas y medianas empresas y start-ups que entendieron el reto al que nos enfrentábamos. Y esto tiene un elevado mérito ya que el entorno fractal asturiano se comenzó a construir antes de los anuncios de aumento de presupuesto de los diferentes estados para esta industria.
Las Fuerzas Armadas son otro pilar clave como usuarios finales, en definitiva, como clientes. Y no se puede desarrollar una industria si no conoces las necesidades de los clientes. Aquí, la Delegación de Defensa de Asturias y el Regimiento Príncipe nº3 han jugado un papel catalizador para la identificación y desarrollo de nuevos productos tecnológicos de naturaleza dual (civil-militar). La Delegación, poniendo a disposición su conocimiento en normativa y procedimientos. Y el Regimiento, siendo un campo de experimentación y prueba para dichos desarrollos. Esta interacción con las Fuerzas Armadas lo hemos extendido a nivel nacional e internacional, lo que nos permite tener interlocución con ministerios de defensa y mandos de ejércitos.
La Administración pública regional, a través de la Consejería de Ciencia, Empresas, Formación y Empleo y la Agencia Sekuens, puso a disposición herramientas de empuje para el entorno. Siempre consecuentes con la necesaria visión a medio y largo plazo. En el mismo sentido, agentes económicos como la Cámara de Comercio de Oviedo o los sindicatos también han creado su unidad fractal para contribuir a la armonía. Un ejemplo es el liderazgo del ente cameral en el proyecto 'Vía Carisa', para encabezar la estrategia de la industria en el corredor industrial denominado 'Ruta de la Plata'. Un ejemplo de humildad y generosidad para ser capaces de construir alianzas estratégicas con otras regiones. La unión da velocidad y fuerza.
Por último, y no menos importante, todos los proyectos con este elevado nivel de ambición solo son posibles si la sociedad en general entiende la importancia de los mismos. Una relevancia basada en lograr una economía fuerte, diversificada, alineada con los tiempos actuales y que acoge y entiende las necesidades de las nuevas generaciones de trabajadores. Una sociedad madura que comprende que la economía es la fuerza motriz para lograr una mejor calidad de vida, mejores trabajos y acceso a un mayor número de beneficios sociales. Y para contribuir a ese objetivo, los medios de comunicación, en Asturias, han tenido ese necesario talento para imaginarse el futuro de nuestra región como referente tecnológico e industrial.
Si nos focalizamos en tecnología, no seríamos capaces de diferenciar los intereses tecnológicos de la industria de la defensa de cualquier otra que pudiéramos mencionar. Así, esta industria centra sus esfuerzos en desarrollo de inteligencia artificial avanzada, 'Big Data', robótica y sistemas autónomos, energía y propulsión, electrónica y electromagnetismo, bio-tecnología o espacio. La principal diferencia es el componente de realismo y pragmatismo de esta industria, que prioriza la transversalidad de conocimientos, la interacción entre disciplinas y la aplicación temporal, a la obtención de la máxima excelencia. Otra peculiaridad de la industria es la enorme capacidad para imaginar el futuro que hasta podría parecer de ciencia ficción. Así, los últimos informes de tendencias tecnológicas ya se imaginan almacenamiento de datos en moléculas de ADN o en sistemas ópticos 5D, combustibles sostenibles para alcanzar velocidades hipersónicas o computación cuántica. Tecnologías de la sociedad del mañana y que son un ejemplo de la dualidad civil-militar de esta industria.
En Asturias tenemos que hacer crecer este entorno fractal creado. Las nuevas inversiones anunciadas para nuestra región o los esperados aumentos de recursos para potenciar esta industria no nos pueden dejar caer en la complacencia. Ahora es el momento de tener los pies en el suelo, pero la cabeza en las nubes. Es el momento de mirar a Europa y al mundo, sin complejos. Interaccionar con otros organismos como la Unión Europea, OTAN o la Agencia de Defensa Europea, los cuales ya están lanzando ambiciosos programas de I+D+i y emprendimiento. Todo con el foco puesto en contribuir a la deseada 'soberanía tecnológica' para nuestro país.
Por último, si los entornos fractales funcionan ¿por qué no los extrapolamos a nuevas industrias estratégicas que queramos crear y desarrollar en nuestra región? Nada nos impide replicar en otros ámbitos lo que sabemos que funciona. ¿Por qué no llevar los ecosistemas a un nuevo nivel de excelencia? Entorno de innovación fractal, un nuevo concepto para describir ambición, armonía, coraje, madurez y colaboración real.
Asturias tiene un plan. Y, como conocen bien las personas de mi generación, nos encanta que los planes salgan bien.
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