Rosalía Agudín, RAFA FRANCÉS y COVADONGA DEL NERO
Oviedo
Miércoles, 6 de abril 2022, 17:47
Oviedo aún trata de asimilar el suceso que ayer dejaba conmocionada a toda la sociedad asturiana: el asesinato de la pequeña Erika a manos de un vecino que apenas conocía. Este martes, como cada día, la menor, de 14 años, volvía del colegio para comer ... en casa. Llamó al timbre pero nunca llegó a su piso. Fallecía cosida a puñaladas a manos de un vecino de 32 años y origen moldavo que «estaba obsesionado con ella» y la «acosaba» en Vallobín (Oviedo). La alumna del IES de La Ería se encontró dentro del portal con el agresor, un hombre «desequilibrado», según fuentes del caso, que la atacó en el rellano del primer piso del número 69 de la calle Vázquez de Mella. La mató con «ensañamiento», asestándole varios cortes mortales «con un arma blanca» y se atrincheró con ella en el domicilio. El autor del crimen, que se autolesionó, ha sido detenido y permanece ingresado en estado de gravedad en el Hospital Universitario Central de Asturias.
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Un suceso que ha calado muy hondo en toda la ciudadanía asturiana. La consternación ante la injusta ida de la pequeña Erika se hizo este miércoles visibles a través de múltiples actos para honrar su recuerdo. Tres minutos de silencio, varias pancartas y un globo blanco que lanzaron al cielo, el profesorado y alumnos del instituto y colegio de La Ería, donde cursaba 4 de la ESO, la recordaron esta mañana. La menor salió de clase como siempre, acompañada por cuatro amigas se dirigió a su domicilio, en la calle Vázquez de Mella, donde la esperaba su presunto asesino.
Sus compañeros aún no han podido asimilar lo que ha ocurrido. «Es un golpe muy duro para todos y las amigas de Erika están destrozadas», señaló la directora del IES La Ería, Emma Álvarez, quien añadió que desde primera hora de la mañana el equipo de orientación está trabajando con los alumnos. Han hecho un lazo negro que colocaron a las puertas del centro donde escribieron «Erika, te queremos. No estás sola. Te echamos de menos».
«Han asesinado vilmente a una niña de 14 años; eso no podemos olvidarlo». Así, con estas palabras, señaló con rotundidad la delegada del Gobierno, Delia Losa, el trágico suceso ocurrido el martes. Un hecho que ha conmocionado a todos y por el que han guardado hasta cinco minutos de silencio en la plaza del Ayuntamiento de Oviedo. Delia Losa mostró su «más absoluta condena ante un hecho tan abominable. Es un desgarro del alma».
La delegada del Gobierno no quiso profundizar en la investigación policial «porque está decretado el secreto del sumario» pero sí ofreció alguna información al respecto: «La investigación va con una celeridad suprema porque la Policía Nacional tiene mucho interés en que este crimen se resuelva los más pronto posible y yo creo que ya hay pruebas suficientes para que la investigación no sea entorpecida; más pronto que tarde vamos a tener el resultado final que permita que el vil asesino para su culpa».
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Junto a Losa se concentraron también el alcalde de Oviedo, Alfredo Canteli; el presidente del Principado, Adrián Barbón y una nutrida representación de la Corporación municipal y el arco parlamentario asturiano. Junto a ellos un gran número de personas que no quisieron perderse el homenaje a la joven asesinada.
El alcalde de Oviedo, Alfredo Canteli, declaró su «profunda tristeza como Alcalde de Oviedo» y reclamó que «caiga sobre el autor todo el peso de la ley, que yo nunca lo vea en la calle».
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Por su parte, el presidente del Principado, Adrián Barbón, dijo que «me corresponde condenar un hecho que nos ha dejado en shock». Y añadió: «Espero que la investigación vaya a todo ritmo y , desde luego, que se enjuicie al culpable y que la condena sea la mayor posible. Es un día negro para Asturias».
A la concentración también acudieron miembros de la comunidad educativa del IES de La Ería, en el que estudiaba la menor, y del Colegio María Inmaculada, en el que trabaja su madre. Igualmente, guardaron un minuto de silencio en el Hospital de Jove, donde trabajaba el padre de la niña.
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El Centro Concertado de Formación Profesional María Inmaculada se ha convertido en un ir y venir de amigos, conocidos y personal del IES La Ería, donde la pequeña de 14 años Erika Yunga cursaba sus estudios hasta que, ayer, su vecino del primer piso, presuntamente, acabó con su vida sobre las cuatro de la tarde.
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Susana Neira COVADONGA DEL NERO
La capilla ardiente de la menor se ubica en el interior de este centro y sor Alicia, encargada de Labores Sociales, ha mostrado esta mañana su «consternación» ante lo que ha denominado «un golpe muy fuerte». Sor Alicia conoce a la familia Yunga Alvarado desde hace más de veinte años, cuando se pusieron en contacto con ella «para salir adelante», cuando los padres de Erika, junto a su hermano mayor, llegaron a España desde Ecuador.
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«Vinieron para buscarse la vida y desde hace casi veinte años, Alba, la madre, es nuestra recepcionista», ha indicado. Califica a la familia de la menor asesinada como «gente trabajadora y cumplidora; son encantadores». Conoce a la pequeña «desde pequeña», y ha asegurado que «lo estamos llevando con mucho dolor». «Creemos qué esto Dios no lo quiere, estas cosas se deben a la maldad y la falta de sentido de la vida», ha reiterado.
El cuerpo sin vida de la pequeña fue trasladado a María Inmaculada, donde será velado hasta el funeral de mañana, a las cuatro de la tarde en la misma capilla. Tras ello, será enterrada en el panteón de las hermanas de María Inmaculada.
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