La DGT, como parte de la lucha contra la siniestralidad en las carreteras, que en lo que va de año ya ha costado la vida a 430 personas, obligará a todos los vehículos de nueva homologación, a partir del 1 de julio, a disponer de una serie de ocho sistemas de ayuda al conductor, conocidos como ADAS. Su objetivo es aumentar la seguridad, tanto de la persona que vaya al volante, como del resto de ocupantes del turismo.
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- Alcoholímetro de arranque (alcolock). Se trata de un sistema conectado al encendido del vehículo que hará que este no pueda arrancar hasta que el conductor no se haga la prueba, así como si este da positivo en la prueba de alcoholemia.
- Asistente de Velocidad Inteligente (ISA). Este está relacionado con los límites de velocidad, ayudando a que los conductores los cumplan e impidiendo que infrinjan las leyes.
- Cámaras traseras con detención de tráfico cruzado. Con este dispositivo se pretenden evitar los impactos a la hora de maniobrar marcha atrás.
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- Alerta de cambio involuntario de carril (LDW). Esto es un aviso que se accionará si el conductor pierde la trayectoria del coche o se sale del carril, impidiendo accidentes gracias al uso de una cámara o sensor.
- Detector de fatiga y somnolencia. Este dispositivo, cuyo objetivo es reducir los accidentes de tráfico relacionados con el cansancio del conductor, que la DGT cifra actualmente entre el 20 y el 30% del total, accionará una señal luminosa que avisará a la persona al volante de que ha superado el tiempo de conducción máximo sin detenerse.
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- Sistema de Frenada de Emergencia BAS y EBA. A través de la medición de la intensidad con la que el conductor pisa el pedal del freno, así como la velocidad con la que sea liberado el acelerador, el asistente detectará la situación de peligro y se pondrá en funcionamiento.
- Caja negra (EDR). Los turismos llevarán una caja negra similar a la de trenes y aviones para, en caso de accidente, poder analizar más fácilmente las causas.
- Alerta de cinturón en las plazas traseras. A la ya conocida alarma que pita cuando el conductor o el copiloto no llevan puesto el cinturón, se une ahora una señal sonora similar en los asientos traseros.
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El objetivo de todas estas medidas es el de reducir la siniestralidad en carretera.
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