«Les nenes y los nenos» que repartieron una millonada de euros en Asturias

A «una carrerina». La suerte estaba a solo doce kilómetros, la distancia que separa la Administración de Lotería número 3 de Moreda, 'Collaínos' -y a su lotera, Laura García- del Club Atletismo Mieres, donde «un bombazu de alegría» cayó este jueves a las 11.21 de la mañana. Fue a esa hora cuando los niños de San Ildefonso cantaron el deseadísimo Gordo de la Lotería de Navidad, uno de esos considerados «feos», por bajo, el 05490, y «guapos» porque la terminación en cero siempre es una garantía. Y a esa hora, esprintando, la noticia dejaba «en estado de shock, flipando», a los 142 socios del club mierense y a muchos de sus vecinos, porque «les nenes y los nenos» que entrenan en las pistas del estadio Hermanos Antuña habían distribuido 344 décimos del número comprado en Moreda en septiembre por el presidente del club, Jesús Hevia, en participaciones que viajaron por «toda la Cuenca del Caudal, llegando también a la otra». La buena y la mala o viceversa.

No importaba. En total, 137,6 millones de euros vendidos puerta a puerta, talonario a talonario, por «los guajes». Prácticamente el mismo dinero que si se suman los presupuestos de Mieres (39 millones) y Aller (10 millones), que ven con este Gordo triplicada su riqueza. Casi todos, con destino a «gente trabajadora y alguna que lo estaba pasando mal cobrando el ingreso mínimo vital. Y eso ye lo más guapo de todo eso», resumía una de las agraciadas con suficientes «perres pa dejar arreglada a la familia».

«Es un premio muy repartido y supone una alegría enorme para unas Cuencas que, desde que cerró la minería, están en declive. Estamos pasándolo muy mal y estamos viendo cómo los chavales jóvenes nos marchan a trabajar a otros sitios, cómo desaparece la población y se desintegran familias. Así que esto es una inyección económica y de moral importante. Y no solo para el club, sino para toda la gente que nos rodea: tiendas, hostelería, negocios... Seguro que ellos también van a llevar un pellizco de este premio», resumía la emoción el presidente 'Chus' Hevia, recibido como un auténtico héroe en el Hermanos Antuña pasado el mediodía, cuando ya empezaban a llamar los primeros bancos.

Y, mientras que los protagonistas de este cuento de Navidad estaban aún en el cole o el instituto, ajenos a las lágrimas, los nervios, el inconfundible sonido del descorche de botellas y los baños en espuma, todavía había quien no era «capaz de asimilarlo».

Afortunados de última hora como Iván 'Ivi' Joyera (panadero en el Carrefour de Lugones y un hacha de las carreras de montaña), que se había hecho con una participación que le sobraba a una amiga justo el día antes. «Hago cuarenta años en enero, así que imagínate qué regalo de cumpleaños», contaba exultante y en ropa deportiva, porque la buena nueva le pilló entrenando para su próxima ultra: «Me llamó la chica que me la vendió y, cuando me lo dijo, me puse a temblar». 80.000 euros brutos que, una vez saldadas cuentas con Hacienda, no sabe a qué dedicará, pero «a invitarla a comer seguro».

«Esto es un sueño. Todavía no me lo creo», repetía a su lado Marta Martínez, con los ojos todavía llorosos tras enterarse de que su hijo Enol (trece años y que «empezó hace tres meses en el club después de que cerrasen la piscina a la que iba a natación») era el culpable de que en su casa se hubiesen quedado con diez participaciones: 800.000 euros.Ella sí sabe que, después de que Enol corra la San Silvestre de Gijón, se marcharán «de vacaciones» y que otra parte del premio se le irá en «poner algún parche, tapar agujeros, lo típico».

Y si de tapar agujeros hablamos, el que hasta este jueves estaba con el agua al cuello -«con una subida de cien euros en la hipoteca que nos había dejado fuera de juego y algún crédito pendiente por ahí»- era José Manuel 'Josito' Santamaría, que no quiso desvelar cuánto dinero se embolsará, pero «bastante».

Tanto, que a este empleado de Piensos Mieres que «estaba moliendo piensu» cuando se enteró de que era millonario y que había regalado participaciones a tres de sus compañeros de trabajo, le permitirá retirarse a los 47. Y eso es lo que piensa hacer: «Trabajaré un poco más, pero no mucho más, porque ando fastidiáu de la espalda, tengo bastante cotizao y la vida también hay que disfrutala».

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