Despedida de la Moncloa y con un premio gordo de Asturias

Explico después a los medios de comunicación que había tenido una salida dolorosa de su puesto de trabajo. «Nos retiraron a los trabajadores que llevábamos muchos años allí. Cuando entró el señor Sánchez, lamentablemente hubo problemas. Yo soy una de las trabajadoras de la cafetería que tuvo que irse», explicó. Y celebraba después: «Esto es obra de Dios.

Dios es grande, sabe por qué hace las cosas», comentaba tras un primer intento de comprobación del décimo en el patio de butacas, de donde salió escoltada por personal del Teatro Real y profesionales de los equipos de emergencias. Y no fue la única premiada en la sala, porque otra mujer aseguraba llevar parte de uno de los quintos premios.

Perla, procedente de Perú, estaba acompañada por sus dos hijos, Josh y Michelle y fue la causante de uno de los revuelos más grandes de la mañana de ayer en el Teatro Real, donde tradicionalmente se dan cita todo tipo de personajes. Desde un papa a una pareja de zorros, desde árabes a muñecos de nieve, pasando por Don Quijote y Sancho, además de numerosos atuendos llenos de bolas de lotería y adornos navideños. Un feliz descontrol al que cada vez se suman más aficionados al Sorteo de Navidad.