El carnicero de la suerte repartió 6 millones en Mieres

Raúl, miembro del Club de Atletismo de Mieres -como sus dos hijos, de once y cinco años-, se había quedado con dos papeletas. Su hermano, Alberto, con una. Ambos se encontraron a las puertas del supermercado, donde no cesaron las felicitaciones de clientes y conocidos. Como la de la madre de Nacho, al que vendió cuatro papeletas: «Te lo agradezco en el alma, cariño».

Carnicero desde hace 23 años, Raúl estaba despachando cuando se enteró por una compañera del turno de tarde de que las papeletas que había vendido entre los trabajadores del Alimerka había sido la afortunada con el Gordo de la lotería.

«Entonces cogí el móvil y ya vi en el grupo de WhatsApp del club de atletismo el mensaje del presidente diciendo que sí, que nos había tocado», explicaba. Tan nervioso estaba que «todavía no me sé ni el número. Sé que empezaba por cinco y terminaba por cero. Estamos que no nos lo creemos». Nunca antes la fortuna se le había puesto tan de cara. Los 160.000 euros que ha ganado, y a los que habrá que descontar la cantidad que retiene Hacienda a los premios superiores a 40.000 euros, los destinará «a liquidar la hipoteca». Y aún así le quedará un buen pico «para tapar unos cuantos agujeros», bromeaba.

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