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Una mujer pasa junto a miembros del grupo Wagner en Rostov. AFP
Rebelión de Wagner contra Moscú: secuencia de 24 horas frenéticas

Rebelión de Wagner contra Moscú: secuencia de 24 horas frenéticas

Los mercenarios han avanzado hacia la capital rusa, pero se replegaron cuando solo estaban a 200 kilómetros para «evitar un baño de sangre»

AFP

Sábado, 24 de junio 2023, 20:32

El grupo paramilitar ruso Wagner, dirigido por Yevgueni Prigozhin, se ha azlado contra el ejército regular y sus milicianos tomaron posiciones en varias regiones, confrontando al presidente Vladimir Putin a una grave crisis en plena guerra en Ucrania.

Tras semanas de tensión creciente entre el líder de Wagner y Moscú, Yevgueni Prigozhin acusó el viernes por la noche al ejército ruso de bombardear campamentos base de su grupo y matar a «un gran número» de sus hombres. Llamó entonces a levantarse contra el comando militar ruso y afirmó que disponía de 25.000 combatientes.

Pese a que aseguraba que no era un «golpe de estado», sino una «marcha por la justicia», los servicios de seguridad rusos (FBS) abrieron contra él una causa por «llamamiento al motín armado», reclamando su detención.

A primera hora del sábado, Prigozhin informaba de que sus tropas han entrado en el territorio ruso y que iría «hasta el final». Sostenía que sus fuerzas estaban dispuestas a morir por «la patria» y por «liberar al pueblo ruso». Aseguraba también que los Wagner habían abatido un helicóptero militar. Moscú, la región de Rostov, vecina de Ucrania y la de Lipetsk (420 km al sur de la capital) tomaban medidas para reforzar su seguridad.

Pero no sirvió de mucho y Prigozhin tomó el cuartel general del ejército ruso en Rostov, un centro clave para las operaciones militares rusas en Ucrania. También ha controlado otras zonas militares, incluido un aeródromo.

Rusia estableció un «régimen de operaciones antiterroristas» en Moscú y su región, que reforzaron las competencias de los servicios de seguridad.

En un discurso televisado, Putin acusó a Prigozhin de haber «traicionado» a Rusia por sus «ambiciones desmedidas» y prometió tomar medidas «firmes» contra la «amenaza mortal» que supone la rebelión armada de Wagner. Admitía que se estaba sucediendo una situación «difícil» en Rostov pero sostenía que no iba a «no permitir una guerra civil» en Rusia.

Prigozhin respondió al discurso de Putin: «El presidente está profundamente equivocado. Somos patriotas. Nadie se va a rendir».

Mientras, los países de la Unión Europea, Estados unidos y las potencias occidentales del G7 han seguido de cerca la situación. El primer ministro británico, Rishi Sunak, ha pedido a «todas las partes que sean responsables y protejan a los civiles».

El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, ha considerado que «la debilidad de Rusia es obvia». «Ucrania es capaz de proteger a Europa de la contaminación del mal y el caos rusos».

A lo largo del día, Putin ha contactado con sus homólogos bielorruso, Alexander Lukashenko, y kazajo, Kassym-Jomart Tokayev, aliados de Moscú, para informarles de la situación. Putin también ha contactado con su el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, de quien recibe «apoyo total», según el Kremlin.

Paralelamente, las autoridades rusas informaban sonbre un gran incendio en un depósito de combustible en Voronej, 550 km al sur de Moscú, donde se encontraban los Wagner.

El gobierno ha llegado a pedir a los ciudadanos de la región de Lipetsk y de Moscú, que se quedasen en casa.

El líder de la república rusa de Chechenia, Ramzan Kadyrov, envió a sus hombres a «áreas de tensión». «Haremos todo lo posible para preservar la unidad de Rusia», afirmó.

Los combatientes de Wagner lograron entrar en Lipetsk y cuando se encontraban a unos 200 kilómetros de Moscú, Progozhin les ordenó regresar a sus campamentos para «evitar un baño de sangre».

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