La reforma del Muro prevé la expulsión del vehículo privado del paseo

El anteproyecto de remodelación prevé 'verdificar' el ámbito entre la iglesia de San Pedro y El Rinconín, un recorrido este-oeste de la costa de Gijón con una superficie aproximada de total de 98.200 metros cuadrados. A lo ancho la intervención prevista irá desde la misma fachada de los edificios hasta las pérgolas, dejando intacta la parte tradicional del paseo. El presupuesto estimado de toda la intervención asciende a 15,8 millones de euros y un plazo de ejecución de 36 meses. El equipo de gobierno mantiene el objetivo de iniciar las obras antes de que concluya el año, ya que no es preciso modificar el plan especial del Muro, y acudir a convocatorias de fondos europeos para financiar la reforma.

La propuesta presentada este mediodía en el Ayuntamiento plantea que el peatón domine ese espacio, aumentando los itinerarios peatonales. Se mantiene el paseo tradicional del Muro intacto por su carácter histórico y el 'cascayu' se convierte en un corredor verde de camino más sinuoso, con un ancho medio de 3,5 metros que va fluctuando a lo largo de su recorrido, relacionando la principal fachada marítima con la ciudad. Se aumentan las fachadas de los edificios hasta 6 metros y se despejan los flujos transversales con el objetivo de mejorar el tránsito peatonal y a su vez dar espacios a los locales comerciales en la acera para terrazas u otros usos.

Otra de las claves de la reforma es una nueva configuración de plataforma única que permitirá una superficie continua para carril de servicio de 4,5 metros más un carril bici segregado de 2,5 metros. Un total de 7 metros de adoquinado con una pendiente máxima del 3% sin barreras ni desniveles verticales, mejorando la accesibilidad, la seguridad vial y la calidad del aire. Olmo Ron y Aurelio Martín aseguran que este diseño ofrece «versatilidad» y permitiría a un gobierno local posterior poner doble sentido si lo considerase necesario. En ese caso habría que prescindir del carril bici y moverlo hacia el corredor verde que reemplazará al 'cascayu'.

El anteproyecto también admite que facilitar la salida del vehículo privado es una de las prioridades de la propuesta municipal. Que el Muro deje de ser un lugar donde predomine el vehículo para convertirse en un corazón cívico. A su vez, la intervención impulsa el uso de la bicicleta, aumentando metros de carril e incorporando estaciones de bici, aparcamientos y punto de reparación en la zona del Náutico.

Otra línea maestra es la renaturalización o 'verdificación' del paseo, extendiendo masivamente la vegetación y conservando el máximo arbolado existente. El anteproyecto recalca que la sostenibilidad medioambiental es la base del desarrollo de la infraestructura enfocada a la revitalización y protección de espacios públicos aportando bienestar y salud social.

Por último, la propuesta plantea la creación de espacios de oportunidad de elevada calidad urbana y paisajística con el objetivo de lograr una esfera de convivencia globalizadora en su unidad, pero que a la vez posibilita una gran variedad de modos de vivirla, resultando atractiva para todas las edades.