Así es el plan para transformar el Muro y el litoral de Gijón

Después de años de un debate intermitente, que recobró fuerza en el verano de 2020 a raíz del cierre parcial al tráfico con motivo de la pandemia, el Ayuntamiento prevé presentar al fin en marzo un anteproyecto para la reforma del paseo del Muro, con la intención de iniciar a finales de este mismo ejercicio unas obras aún sin plazos concretos, fases ni presupuesto pero que según las primeras estimaciones podrían prolongarse al menos dos años.

El objetivo es definir una propuesta de intervención que se prolongará a lo largo de un trazado de 2,5 kilómetros, desde el Ayuntamiento hasta El Rinconín, y que tendrá como elementos centrales la pacificación de tráfico –renunciando a la opción del soterramiento–, la generación de zonas estanciales, de juego y para la práctica deportiva, la potenciación de la actividad económica y una nueva relación entre la ciudad y su playa principal en la que se quiere dar gran protagonismo a la presencia de elementos naturales. Pero esta reforma del Muro se sumará además a otras destacadas actuaciones en su entorno inmediato llamadas a transformar en los próximos años esta zona de la ciudad.

En términos generales, la nueva configuración del Muro consistirá en ensanchar la acera ubicada del lado de los edificios hasta los seis metros, generando además espacio para facilitar la instalación de terrazas. Esto conllevará la eliminación de la banda de aparcamientos, con 83 plazas que se quieren compensar en parte sacando a alquiler 77 plazas sin uso del aparcamiento subterráneo de la avenida de Castilla. Para el tráfico motorizado habrá un vial de entre 5,5 y 6 metros de anchura, configurado como una plataforma única y con la posibilidad de albergar sin necesidad de obras adicionales tanto uno como dos sentidos de circulación. La velocidad estará limitada a 20 kilómetros por hora y el gobierno actual prevé mantener de momento un único sentido de circulación, hacia el Piles. La mediana desaparecerá y su lugar lo ocupará un nuevo carril bici ligeramente separado del vial de los coches. Finalmente el 'cascayu' se convertirá en un gran corredor verde con el que se pretende dar continuidad hacia el centro a la reforma ya acometida en la avenida de El Molinón. A lo largo de él se generarán zonas estanciales, áreas de juegos infantiles e incluso espacios para la práctica deportiva. El paseo tradicional no experimentará cambios, aunque sí es previsible que desaparezca el murete que lo separa del resto de la calle y en las escaleras con doble acceso a la playa se adecuará uno de ellos a la normativa de accesibilidad, construyendo rampas.

La reforma de todo este frente marítimo se hará pensando también en la relación con el interior de los barrios del Centro y La Arena. La intención es potenciar corredores peatonales entre el Muro y otros lugares como el Parchís, la Plazuela y la plaza del Continental, con la construcción de una plataforma única en la calle Caridad como primera actuación, ya este mismo año.

Sobrepasado el puente del Piles la actuación continuará a lo largo de José García Bernardo, donde los coches también perderán protagonismo y podrían ver reducida su presencia a un vial de servicio.

Eso sí, junto a la reforma de la fachada marítima en los próximos años todo este entorno verá reconfigurada toda su estructura viaria, primero con el ya casi inmediato desarrollo por parte de Avintia de cuatro bloques residenciales a espaldas del edificio del Rick's y más adelante con el gran proyecto para construir un complejo comercial y de ocio en la Ería del Piles. Este último está pendiente de retramitación después de que hace un año la empresa Nuevo Espacio se hiciera con los terrenos. En la última propuesta del anterior promotor se planteaba retrasar 20 metros respecto a las construcciones actuales la planta baja de este centro, para permitir ampliar el paseo.

La comunicación de Gijón con Somió y La Providencia cambiará sustancialmente con nuevas rotondas, pero también con la construcción de un vial largamente demandado por la Cámara de Comercio, que conectará la carretera de Somió con el paseo del Doctor Fleming y que discurrirá entre el parque de los Hermanos Castro y el recinto ferial. También está por ver si se ejecuta finalmente una de las propuestas para que venían recogidas en el estudio para la pacificación del tráfico en el entorno de El Molinón, consistente en cambiar los aparcamientos en batería de Torcuato Fernández-Miranda por otros en línea que permitirían ensanchar la acera y crear un nuevo carril bici segregado. Para compensar la pérdida de aparcamientos en toda esta zona, hay sobre la mesa un plan para construir un estacionamiento en altura tras el Palacio de Deportes. Además, tras la obra del pozo de tormentas el parque de los Hermanos Castro ha recuperado momentáneamente su gran explanada de aparcamiento, si bien el Ayuntamiento prevé convertirlo en el futuro en zona verde.

La gran transformación de la primera línea de costa llegará hasta el Sanatorio Marítimo, junto al que está pendiente el desarrollo por parte del Ayuntamiento de la 'playa verde' prevista en el Plan General de Ordenación, que ocupará una superficie de 18.500 metros cuadrados. A la «naturalización» de todo este entorno se sumará además la que se acometerá en el río Piles, actualmente en pleno diseño y para la que se pretende obtener financiación a través de los fondos europeos.