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Lejos de aplacarse los ánimos en el seno del socialismo gijonés, las acusaciones cruzadas van subiendo de intensidad. Tanto, que en ocasiones cuesta recordar que es un proceso interno, es un mismo partido y todas las voces son afiliados a unas mismas siglas. ... En este 'barullu', término popularizado para este proceso, un grupo de militantes apuntó directamente el fin de semana a la ejecutiva local. La acusaron de falta de neutralidad y pidieron la creación de un órgano de arbitraje. La dirección, de momento, se ha limitado a dar acuse de recibido a esta petición. Así se lo ha hecho saber a los remitentes, a quienes les han dicho que se dará traslado de ese documento para su estudio al ámbito de la Comisión Ejecutiva municipal.
Entre lo que se pedía, por ejemplo, la articulación de un mecanismo que regule este proceso, cuya excepcionalidad es inédita en el PSOE a pesar de figurar en los estatutos. Y, principalmente, la referida creación de un órgano neutral que arbitre este proceso de modo similar al que existe en el proceso de primarias. También había quejas. Por ejemplo, se señalaba a la ejecutiva por estar facilitando información, cartas dirigidas a la militancia y espacios para la recogida de firmas. A este respecto, el exconcejal y promotor de este proceso, Carlos Zapico, ironizaba ayer: «¿Quieren que salgamos a la calle con una mesa de camping para la recogida de firmas?». Reivindica que la Casa del Pueblo es el lugar «adecuado» para la recogida de firmas, y retan a que Ana González se presente «voluntariamente» a unas primarias para así poner fin a este mecanismo.
Pero aquí hay quejas para todos, porque los promotores de este proceso también tienen las suyas. Ellos no apuntan a la dirección local sino a Ferraz. Carlos Zapico, en declaraciones a EL COMERCIO, asegura que «dentro del censo hay bajas y compañeros que desgraciadamente han fallecido». Su argumento se basa en que la comisión ejecutiva federal validó inicialmente -con carácter provisional- el censo a 1 de junio. Este incluía a 1.182 afiliados. Lo que levantó las sospechas, según explican, es que cuando semanas después esa cifra provisional se convirtió en definitiva no varió en ningún dígito. Y, siguiendo su explicación, en ese tiempo ellos conocieron que por un motivo u otro, había personas que ya no están en el partido. No se puede hablar de denuncia, porque lo que han hecho ha sido una «consulta» a la ejecutiva local, quien a su vez lo ha remitido a la Federación Socialista Asturiana (FSA).
El censo está siendo uno de los campos de batalla en este proceso. Desde la FSA se advirtió que se estaría vigilante en este proceso. Los promotores no pueden tener acceso al censo, es decir, canales de contacto con los afiliados o, simplemente, para cotejar en tiempo real las firmas que están recabando. De otro lado, además de la protesta formulada ayer, ya no había gustado que se tomase como referencia el censo a 1 de junio. ¿Por qué? Se pensó que las nuevas altas anunciadas en la asamblea del 1 de julio -más de 60- se convertirían inmediatamente en apoyos para este proceso. Algo que ha quedado descartado.
Los promotores dicen que «nos sentimos perjudicados», pero «no por ello hemos puesto en tela de juicio la imparcialidad de nadie», en clara alusión al escrito de los afines a la alcaldesa. A ellos les dice Carlos Zapico que «deslegitimar de esa forma a los procesos es entrar en una deriva muy peligrosa».
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