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Los partidos políticos y la democracia

Proceso de primarias solicitada en la Agrupación Socialista de Gijón

CARMEN EVA PÉREZ

Martes, 6 de septiembre 2022, 01:32

Las organizaciones tienen el derecho de protegerse. Esto es aún más cierto y necesario cuando hablamos de los partidos políticos que cumplen una función reconocida constitucionalmente. Por ese motivo, no es de extrañar que dentro de sus normas se contemplen algunas que tienen la función ... de reforzar, defender y blindar en sus puestos a quienes los representan en cada momento. Sin embargo, este innegable y necesario derecho no debe eliminar la posibilidad de sus militantes para participar en la toma de decisiones sobre cuestiones cruciales para esas organizaciones. En la agrupación socialista de Gijón se ha promovido por un grupo de afiliados un proceso recogido en los estatutos para que la persona que lidere la lista municipal a las próximas elecciones sea elegida a través de primarias. Para que se produzca esta elección por primarias de la cabeza de lista municipal deberá seguirse un exigente y riguroso procedimiento por el que, en un plazo de quince días, deben sumar la mitad más una de las firmas de los militantes del último censo. La actual alcaldesa, la compañera Ana González, parte con la ventaja y el refuerzo que le garantizan los Estatutos: tiene derecho a volver a presentar su candidatura sin necesidad de presentar firmas. Por su parte, los promotores tienen la posibilidad de solicitar primarias presentando ese elevado número de firmas en un tiempo reducido. Ambos derechos están garantizados estatutariamente: el que refuerza a la alcaldesa electa y el que protege el derecho de participación de los militantes en los asuntos cruciales para la vida de la agrupación y para el presente y futuro de nuestra ciudad. En conclusión, se trata, como en otras ocasiones, de buscar en el seno de las organizaciones un equilibrio: se ofrece ventaja y se refuerza a quien ya está y se abre la posibilidad de cambio para permitir la participación democrática de sus integrantes. Esta importante vía de participación de las y los militantes en la vida de los partidos políticos ni siempre ha sido así ni actualmente es igual en todas las formaciones. De hecho, en el Partido Socialista los derechos de participación han venido desarrollándose y creciendo con las últimas reformas estatutarias hasta el punto de que nuestros actuales líderes estatales, autonómicos y locales lo son en virtud de esos procesos de primarias. Así debe ser: procesos democráticos de debate y elección dentro de los partidos que facilitan e impulsan la formación y manifestación de la voluntad popular tal y como dice nuestra Constitución. Las personas que militamos en los partidos políticos somos, sobre todo, ciudadanos y ciudadanas y debemos querer para nuestras organizaciones lo mismo que deseamos para nuestro país: más democracia, más diálogo, más participación. Por todo ello, los procesos de primarias no pueden ser buenos o malos en función de la finalidad que se pretenda conseguir con ellos, del momento en que se articulen o dependiendo de la capacidad que tenga quien los promueve para ganarlos o perderlos. Eso sería tanto como decir que hay quien solo defiende estas primarias cuando le sirven para alcanzar espacios de poder pero luego las critica cuando pueden apartarle del ejercicio de ese poder. Eso supondría utilizar el proceso estatutario de primarias como escalera para auparse y luego retirarla evitando que puedan usarla otras personas. Sería grave e indecente que esto se produjera. Las primarias son un proceso más dentro del funcionamiento democrático del Partido Socialista y como la propia democracia no son un artificio sino una condición básica. Pedir primarias es pedir participación, diálogo, debate, intercambio y elección. Si estás alejado de la realidad esta petición de las personas militantes puede parecerte cacofónica, provocadora, desordenada y ruidosa. Sin embargo, sí estás cerca, sí participas y formas parte de ella esta actividad es la esencia misma de la democracia. Quien busque opiniones únicas, reuniones silentes, ovaciones armónicas y manos que solo se levantan para seguir órdenes que lo haga en otras organizaciones. Finalizo trayendo a lo local la aspiración que nuestro querido Tini tuvo para Asturias: nada de lo que afecte a Gijón sin Gijón.

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