Olivia, una pequeña «muy alegre» que se hacía querer

Olivia era «muy alegre», como recordaba ayer su padre, Eugenio, envuelto en lágrimas y presa de un dolor inimaginable. Quiere que a su hija se la recuerde por su carácter abierto y divertido, que no caiga en el olvido y que la tragedia de la que ha sido víctima no empañe la imagen que sus compañeros tienen de ella. Por ello, le pidió al director del colegio gijonés, Simón Cortina, que le organizaran un homenaje, como el que se hará en el colegio Claret de Segovia, donde iba a formarse este año. Como es lógico, le respondió que sí. De ese acto todavía no se han planeado los detalles, pero lo que sí tienen claro los responsables del Codema es que, en cualquier caso, «lo que se haga en torno al homenaje será compatible con el proceso de gestión del duelo que tiene que llevarse adelante entre sus más cercanos en el colegio».

Se da la circunstancia de que el director había seguido de cerca el caso de la niña por las diferencias judiciales que mantenían sus padres por la custodia, que tuvo el peor de los finales posibles para la pequeña.