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A la derecha, Eugenio García, abatido, abandona la Comisaría acompañado de un amigo. DAMIÁN ARIENZA

«Este tipo de personas, sean mujeres u hombres, hay que retirarlas de la circulación», clama el padre

Eugenio García, padre de Olivia, llegó a Gijón abatido: «Nos ha destrozado la vida a todos». El viernes había conseguido la custodia

O. SUÁREZ / P. LAMADRID

GIJÓN.

Martes, 1 de noviembre 2022

«Olivia era una niña maravillosa, para la vida que estaba llevando la pobrecita era muy alegre, tenía unas ganas de vivir, una alegría... En Gijón la conocía todo el mundo ya, salía de casa y la saludaban todos». Eugenio García llegaba ayer abatido y ... derrumbado al que había sido el último domicilio de su hija de seis años. El viernes había recibido la notificación del juzgado en la que «por fin» le concedían la custodia después «de cinco años de lucha». Fue ese día, a las 15.30 horas, cuando su abogado, Daniel Labrador, le dio «la mejor noticia de la vida». Antes de esa comunicación del juzgado de Segovia estaba previsto que el padre recogiese a la niña en el colegio Corazón de María y se la llevase con él a pasar el puente, según el régimen de visitas que tenía. Sin embargo, todo había cambiado. Ahora él tenía la custodia y la madre pasaría con la pequeña fines de semanas alternos y puentes. Este de todos los Santos le correspondería a su exmujer, Noemí Martínez Largo.

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