Los estudios encargados por el Ayuntamiento de Gijón avalan la eliminación del anillo navegable

El informe de la Universidad de Oviedo fue elaborado por el catedrático José Manuel Costa y los profesores Felipe Lombó y Francisco Ferrero. Sus conclusiones indican que hay una «elevada cantidad de nutrientes inorgánicos y una alta propensión a la producción y el desarrollo de comunidades de cianobacterias y microalgas productoras de toxinas» y hacen especial hincapié en la «escasa renovación y elevado tiempo de retención de agua, en concreto, las lagunas del parque y el anillo navegable».

Los investigadores explicaron que en algunas de las muestras tomadas a finales del pasado verano tuvo lugar una liberación de toxinas al medio ambiente y que todos sus análisis evidencian «un problema de baja calidad medioambiental de las aguas en la zona de estudio». Por ello, el informe recomienda «minimizar, en la medida de lo posible, el aporte de nutrientes al agua en los tramos fluviales-lacustres estudiados y asegurar la máxima renovación del caudal de agua, evitando su estancamiento o retención, con el objeto de minimizar los efectos ecológicos y toxicológicos».

Pero, ¿de dónde llegan esos nutrientes al cauce del río Piles? El informe de la Universidad de Oviedo advierte de que se han detectado altos valores de fósforo, pH y temperatura del agua, pero remarca que «los resultados obtenidos en nitratos sugieren una fuente difusa de esta forma de nutriente nitrogenado relacionado con las escorrentías de la cuenca vertiente; por su parte, las formas inorgánicas de nitritos y amoniaco sugieren una fuente puntual por vertidos directos en determinados puntos». Añaden que elementos como el amoniaco, el nitrito y el nitrato aparecen en el agua como contaminante «a consecuencia de exceso de abonos, purines o vertidos de aguas residuales, entre otros, y por tanto con un origen antropogénico».

El profesor Francisco Ferrero explicó el procedimiento que se siguió para realizar los análisis, con siete puntos de muestreo diferentes e indicó que «a partir de junio hubo un aumento muy grande de los valores de nutrientes y se hicieron análisis de toxicidad y metagenómica». El microbiólogo Felipe Lombó informó de que se encontraron hasta cinco elementos diferentes de riesgo y que «en el anillo navegable encontramos problemas importantes de cianobacterias», si bien en el estanque de Isabel la Católica «era aún más intenso». Otro aspecto que detectaron fue que a finales de agosto «el 87% de las bacterias del anillo eran de cuatro géneros que solo viven en alta mar» y que llegaron al cauce del Piles debido a unas mareas excepcionalmente altas.

José Manuel Cuesta recordó que no hay una legislación que establezca los límites de estos elementos en los ríos, por lo que se remiten a las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS). En cuanto a la posibilidad de realizar actividades recreativas en el cauce, Cuesta indicó que «depende del momento. Hay épocas en las que el problema de las bacterias es más pequeño, es mayor a final de año. Pero en el anillo navegable también hay un nivel elvado de cianobacterias».

Estos informes encargados por el Ayuntamiento fueron presentados ayer a los grupos de la oposición y hoy se hará lo mismo con el presidente del Grupo Covadonga, Antonio Corripio, y miembros de su directiva. El siguiente paso será, probablemente después de Semana Santa, el análisis y debate de estos dos informes así como de los elaborados por el Grupo Covadonga y Ecologistas en Acción en el seno del Consejo Sectorial de Medio Ambiente.

El portavoz de Foro, Jesús Martínez Salvador, quiso dejar clara su postura e indicó que «la idea que tiene el equipo de gobierno de 'renaturalizar' el río Piles es incompatible con mantener la actividad deportiva. Por eso, plantea actuar «sobre los azudes para evitar que se estanque el agua» y fijar «un calendario de bajada y subida de compuertas» que permitiría utilizar el anillo navegable con plena garantía de salubridad.