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MARCO MENÉNDEZ
GIJÓN.
Jueves, 11 de marzo 2021, 01:01
Los profesores de la Universidad Politécnica de Madrid Diego García de Jalón y Marta González del Tánago, autores del informe 'Diagnóstico ambiental y propuesta de actuaciones para la rehabilitación del curso bajo de los ríos Piles y Peñafrancia', tienen claro que ... el anillo navegable «no es compatible» con la renaturalización del cauce. Es más, aseguran que esa infraestructura «altera la morfología del río y es la causa de la proliferación de las cianobacterias, porque ralentiza las aguas». Hay que tener en cuenta que aunque las compuertas estén abiertas, sobresalen unos 30 centímetros del fondo del cauce. Esos elementos llevan abiertos un año y Diego García aseguró que «si hubieran estado cerrados los efectos de retención y acumulación del agua se hubieran notado mucho más. Estando bajadas ya tenemos una acumulación de sedimentos y un exceso de oxígeno, con lo que la producción clorofílica es enorme. Es una bomba de relojería al haber tantos nutrientes».
Según su análisis, el río presenta un buen régimen hidrológico, si bien tiene problemas en la continuidad fluvial, como son las barreras transversales que suponen las compuertas, la acumulación de agua embalsada y el canal de derivación a la altura del Peñafrancia que «interrumpe la dirección de la corriente». Además, destacan los elementos artificiales existentes en el cauce, como la rectificación del trazado y la construcción del escolleras y muros de hormigón. También hacen referencia a la falta de bosques de ribera.
Para renaturalizar el cauce, los expertos plantean varias propuestas en puntos concretos. En la parte alta del Piles proponen plantaciones de ribera ampliando la anchura del actual bosque, mientras que para la zona más alta del parque de Viesques plantean permitir los procesos de erosión que favorezcan la apertura del cauce, así como el aumento del vano de las pasarelas.
Para el resto de la zona del parque, la solución pasa por la retirada de escolleras en los taludes, con la adecuación del cauce, así como la disposición de bloques de la escollera sobre el lecho fluvial (genera distintas corrientes), el ensanchamiento del cauce, disminuir la pendiente de los taludes y plantaciones de ribera.
La zona más compleja es la del anillo navegable. Aquí se plantea la retirada del azud de las compuertas y la adecuación de la confluencia con el Peñafrancia, eliminando el canal que conecta los dos cauces. Pero también se incluye la retirada de los muros de hormigón, colocación de escollera en el tercio inferior de los taludes, ensanchamiento del cauce abriendo la parte superior de los taludes y plantaciones de ribera. Para la margen izquierda también abogan por levantar pavimentos y cercados, así como acondicionar la topografía, mientras que para la derecha para propuesta es una nueva senda.
Desde el puente de La Guía hasta la desembocadura, los especialistas plantean rebajar la altura de los muros de hormigón, crear zonas de refugio y sustituir los pavimentos.
El proyecto también incluye actuaciones en el Peñafrancia, con la retirada de escolleras en taludes, disponer algunos bloques en el lecho fluvial y disminuir la pendiente de los taludes. Este río también forma parte del anillo navegable, por lo que los especialistas plantean el cierre del canal de derivación del Piles, la retirada del azud, la adecuación de la confluencia con el Piles, la retirada de escollera en taludes y la disposición de algunos bloques sobre el lecho, la disminución de la pendiente de los taludes y plantaciones de ribera.
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