Dolor y condena por la muerte de la pequeña Olivia

Lo compartido entre los asistentes era la respulsa y condena con lo sucedido. Lo resumía Marta Menéndez: «No merecía un final como el que ha tenido». El director del colegio donde estudiaba Olivia (Codema), Simón Hevia, afirmó que «estamos angustiados y emocionados. No damos crédito». Dijo que se está trabajando en medidas de acogimiento para mañana, cuando los alumnos vuelvan al colegio, «para elaborar el duelo sin negar lo sucedido». Destacó que la fallecida era «muy buena niña, alegre, inquieta intelectualmente, muy sociable y cariñosa».

Ya dentro de las instalaciones municipales la regidora trasladó su repulsa por el infanticidio cometido y porque «tenemos la obligación de defender a esa parte de la población más vulnerable». La alcaldesa pidió «unirnos en el rechazo colectivo a quienes sufren este tipo de maltrato llegan al máximo que es quitarle la vida». Trasladó el dolor y solidaridad del Ayuntamiento y enfatizó que «el hecho de que la presunta asesina sea una madre nos produce una indignación mayor». Ana González también dijo que «no hay gijonés que no rechace este terrible suceso», y resumió el sentir de estos momentos con un elocuente: «¡Qué horror!». La regidora insistió en que «la violencia no puede ejercerse sobre los niños». Dijo que «no podemos sentir indiferencia» ante este infanticidio.

La consejera de Derechos Sociales, Melania Álvarez, también trasladó en nombre del Gobierno regional «la condena rotunda por el asesinato de esta niña» y esperó que «la justicia aplique toda la fuerza de la ley a la hora de resolver este caso». El presidente regional había traslado a través de sus redes sociales la repulsa por lo sucedido, y excusó su presencia al no poder participar en actos públicos por ser positivo por covid.

En las asistencias también hubo muchos miembros de cúpulas de los partidos. La del PSOE fue la más nutrida, tanto de miembros de la ejectuvia de la FSA, liderados por su número tres, Clara Sierra, y otros miembros como Lara Martínez, quien también es gerente de Divertia en Gijón. De la ejectuvia local, estuvieron presente, entre otros, Tino Vaquero, Eduardo Infante y su próximo candidato a la alcaldía, Luis Manuel Flórez, 'Floro'. Este dijo que «es un tiempo para estar en silencio, sentir y compartir el dolor de las dos familias». Reconoció la conmoción que le produjo este acto, «nos tiene que revolver por dentro y hacernos reflexionar sobre cuáles son nuestros modos de convivencia y compartir la vida». Floro dijo que ese boicot final «no venía muy a cuento» y que él se queda con el minuto de silencio «y con lo que aquí pretendíamos».

De Izquierda Unida, además de su edil Aurelio Martín, estuvo la coordinadora local, Ana Castaño. En el caso del PP, sumándose a sus dos concejalas, estuvo el presidente del PP en Gijón, Pablo González. De Ciudadanos, además de sus ediles se pudo ver al diputado regional, Manuel Cifuentes.

El actos, de dolor y consternación compartida entre todos los presentes, fue boicoteado en su momento final por un grupo de espontáneas que gritaron «¡Montero, dimisión!», que luego lo reconvirtieron en «¡alcaldesa, dimisión!», impidiendo que Ana González pudiera dirigir unas palabras de repulsa en la plaza Mayor.