«Claudia luchaba para estudiar y ayudar a otras víctimas de acoso escolar»

«Luchaba con esfuerzos titánicos por estudiar Psicología para poder ayudar a otras personas que sufrían acoso escolar como ella, pero su enfermedad no le dejó continuar esos estudios a los que tantos esfuerzos dedicó». Alumnos y profesores de la Facultad de Psicología guardaron ayer un emotivo minuto de silencio en la plaza de Feijoo, de Oviedo, por la alumna Claudia González, quien el viernes se arrojó al mar desde el cerro Santa Catalina tras años sufriendo una grave depresión.

Sus compañeros Luis Álvarez e Irene Rodríguez fueron los encargados de glosar la figura de su compañera y animarse a sí mismos y al resto de futuros psicólogos para luchar «por acabar con la lacra del acoso escolar». «Quería arreglar las alas de la gente, a los que se las habían cortado despiadadamente como a ella. Solo nos queda a los demás tenerla presente para motivarnos a ejercer nuestra futura profesión de la mejor manera posible para que no haya más vidas destruidas como la de Claudia y para poner en valor lo trascendental de la salud mental, más aún en los primeros años de vida», recordaron sus compañeros ante dos centenares de alumnos y docentes que quisieron honrar la memoria de la joven tras una pancarta en la que se podía leer: «Basta de acoso».

El decano de la Facultad de Psicología, José Carlos Núñez, abogó por involucrar a las familias y al resto de compañeros para detectar casos de acoso. «En muchas ocasiones las víctimas tienen su autoestima anulada y ellas mismas se creen que se lo merecen, de ahí el papel importante de su entorno para detectar y denunciar el problema».

«Es muy duro que una amiga pase por eso. Sabíamos que había tenido problemas pero creíamos que estaba en un mejor momento.... No era así... Al final, las personas que sufren acoso escolar lo arrastran durante muchos años aunque lo sufran en silencio», lamentaba Sonia Fernández, amiga de Claudia, a quien recuerda como «una persona maravillosa, llena de luz, genial, dispuesta a ayudar... Era una persona muy buena y no se merecía esto».

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