«Siempre tenía una palabra bonita para nosotros; nos subía la autoestima»

Claudia González Álvarez se quitó la vida el pasado viernes en el cerro de Santa Catalina tras denunciar haber sido víctima de acoso escolar. Sufrió durante años una depresión que, por momentos, le restaba alegría y entusiasmo. Pero son estos rasgos los que hoy sus amigos se afanan en recordar. Tienen anécdotas infinitas. «¡Qué guapa estás!», «¡No sufras!» o «Sabes que estoy a tu lado si me necesitas», son frases que Claudia les repetía a sus amigos una y otra vez. Talmente parece que Claudia quería hacerles sentir con ahínco lo que a ella le faltó durante la mayoría de su etapa escolar. Era una buena persona que demostraba su amor por los demás sin rubor alguno. «Siempre tenía una palabra o gesto bonito con nosotros», cuentan.

A Valeria, sabiendo que estaba triste, le llevó un puñado de chocolatinas al día siguiente. También a ella, sabiendo que su perro no conocía la nieve, la llevó casi al día siguiente con su familia a la montaña para que 'Ibi' jugara con 'Danita' en la nieve. A Pablo le esperaba a la salida del trabajo para pasear hasta 'La Lloca'. A Javier le escuchaba sus discursos sobre informática y videojuegos: «Tuve la sensación alguna vez de que no sabía de qué le estaba hablando», bromea. «Siempre estaba donde la necesitábamos», recuerda Cristina.

Era talentosa con la escritura y el dibujo. Sus amigos no se atreven a decir lo mismo con el canto. Lo que era seguro es que Taylor Swift era su artista favorita. A todos ellos era capaz siempre de «sacarnos la mayor de nuestras sonrisas».

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