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«Roberto tenía miedo de ir a trabajar, decía que no se cumplían las medidas de seguridad»

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Damián Arienza
Tragedia en El Musel

«Roberto tenía miedo de ir a trabajar, decía que no se cumplían las medidas de seguridad»

La familia de uno de los fallecidos en el accidente de El Musel pide «que se haga justicia para que no vuelva a ocurrir»

O. Suárez

Gijón

Viernes, 6 de septiembre 2024

Imposible asumir la tragedia que ha devastado a dos familias a la vez. Unas familias que el viernes, rotas, intentaban asimilar el dolor juntas en la desdicha, separadas por unos pocos metros entre las salas 1 y 8 del tanatorio de Cabueñes.

Las capillas ardientes de César Méndez Pernía, de 23 años, y Roberto Martínez Laguno, de 49, recibieron a lo largo de toda la jornada incontables muestras de cariño, apenas un día después del trágico accidente en El Musel que sesgó la vida a los dos compañeros de trabajo en la empresa de Montajes Astur Manzana (M.A.N.) cuando desmantelaban una grúa de descarga de barcos del Muelle Moliner.

César Méndez Pernía y Roberto Martínez Laguno.

«¿Qué pudo pasar?, ¿Qué falló?». Eran las preguntas que se lanzaban al aire, aún sin respuesta, entre tanto desconsuelo. En la mente de todos, los dos trabajadores heridos que aún permanecen ingresados. Uno de ellos se encuentra muy grave en la UCI del HUCA.

«Queremos justicia para que esto no vuelva a ocurrir. Roberto llevaba días diciendo que no se cumplían las medidas de seguridad y que tenía miedo de ir a trabajar». La familia de Roberto Martínez se mostró contundente, al mismo tiempo que pedía que «no se haga politiqueo de esta desgracia», señalaba su cuñado, Javier Harandou.

«En las últimas semanas le había dicho a sus padres varias veces que iba a ocurrir una desgracia», en referencia a las condiciones en las que estaban trabajando. El fallecido más joven, César Méndez Pernía, había sufrido un percance en el mismo tajo hacía algo más de un mes. El suceso le mantuvo de baja varias semanas, hasta que el lunes volvió a su puesto. Lo hizo aún dolorido y él, que era «un trabajador valiente y siempre estaba en primera línea», regresó con miedo tras el accidente. Así se lo había comunicado a su familia. Tres días después, ocurrió la fatalidad que ha dejado sumido en la consternación al Puerto y a las subcontratas que en él prestan servicio, como era el caso de las dos víctimas mortales.

«Es una desgracia, no somos capaces de asimilar que ya no lo vamos a ver más», decían antiguos compañeros de César en el IES Calderón de la Barca. Se da la circunstancia de que el sobrino del otro fallecido estudiaba en el mismo centro educativo.

A lo largo de todo el día, cientos de personas se trasladaron al Tanatorio de Cabueñes para trasladar el pésame a sendas familias en una jornada como pocas se recuerdan. En medio de la enorme tristeza, las preguntas de qué falló y la perplejidad por la pérdida, los familiares de César y Roberto se vieron «desbordados por el cariño». Especialmente de los trabajadores de Astur Manzana. «Reconforta», afirmaba Rafael Méndez, padre de César, muy conocido en el mundo del automovilismo, en El Coto (donde tiene su negocio de parqués y barnizado, y fue entrenador de full contact) y por sus raíces en el valle de Peón-Candanal.

Además de compañeros y amigos de los dos fallecidos, a lo largo de la jornada fueron varias las autoridades que se acercaron a mostrar sus condolencias a los familiares. Entre ellos Adrián Barbón, presidente del Principado, que acudió por la tarde a título particular y sin querer imágenes, y que, en conversaciones con las familias, se comprometió que se esclarezcan las circunstancias del accidente. «Humanidad» para con las familias, que el suceso no caiga en el olvido y que «haya una investigación que llegue hasta el final para saber qué ha pasado realmente y no se tape» fue lo que le trasladaron especialmente los familiares de Roberto Martínez. El mismo mensaje le dieron a Laureano Lourido, presidente de la Autoridad Portuaria de Gijón, que dio su palabra.

Los compañeros, devastados

También la alcaldesa de Gijón, Carmen Moriyón, acompañada de Nuria Bravo, concejala de Seguridad Ciudadana y Emergencias del Ayuntamiento, se personaba en torno al mediodía, así como la delegada del Gobierno, Adriana Lastra. Entre los muchos pésames recibidos estuvieron también los de guardia civiles, compañeros de profesión de la madre de César, encabezados por el jefe de la Benemérita en Asturias, Francisco Javier Puerta Muñoz.

A última hora de la tarde, se personaba en el tanatorio Evencio Arias, gerente de Montajes Astur Manzana, acompañado de su mujer. Sobrecogido por el accidente y aún sin capacidad de reaccionar, como indicó a las familias, abrazó emocionado a sus familiares. Mientras tanto, los compañeros, devastados, piden que se investigue lo ocurrido y piden no volver a los trabajos en El Musel hasta depurar responsabilidades.

El siniestro tuvo lugar cuando ya habían desmantelado dos de las grúas de descarga de barcos de la empresa Ership-Alvargonzález, unos trabajos que habían comenzado semanas atrás y se habían ejecutado con normalidad.

Hasta que los trabajos de la Guardia Civil no avancen, los trabajos en torno a la grúa no se retomarán. El viernes aún eran visibles en el Muelle Moliner las tres grúas que se vinieron abajo: la que desmontaban y las dos que la sujetaban.

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