El PP gana en Asturias, suma tres escaños para Feijóo y la derecha supera a la izquierda

En Asturias el PP ha subido 79.000 votos y doce puntos porcentuales en sus apoyos respecto a los comicios de noviembre de 2019, si bien hay que aclarar que la participación ha crecido tanto como la concentración de los votos en los dos principales partidos. Los socialistas también han incrementado sus votos respecto a 2019 tanto en porcentaje (algo más de un punto) como en votos efectivos (unos 16.000). Con estos resultados, el PP se adjudica esos tres escaños en el Congreso (Esther Llamazares, Mercedes Fernández y Silverio Argüelles), mientras el PSOE se queda con dos (Adriana Lastra, Roberto García Morís), invirtiendo los resultados en diputados de hace cuatro años.

Sumar se sitúa con claridad como tercera fuerza en Asturias, prácticamente repitiendo los resultados en votos que en 2019 tuvo Podemos en conjunción con IU y Equo. En porcentaje, esta coalición baja un punto, lo mismo que sube el PSOE, y con ello Rafael Cofiño accederá al Congreso por primera vez.

Y la formación que peor parada sale de entre las que tendrán representación parlamentaria es Vox, que vuelve a quedar cuarta, pero con un apreciable bajón tanto en votos (16.000 menos que en 2019) como en porcentaje, con casi tres puntos y medio menos que entonces. Repite como diputado José María Figaredo, el actual presidente de la formación en Asturias.

Había avisado Diego Canga, portavoz popular en la Junta General, al presidente, Adrián Barbón, de que Asturias corre el riesgo de quedar, con un gobierno de «unidad progresista», como una «isla ideológica» frente a una marea de gobiernos autonómicos del PP, o de coalición entre PP y Vox, y frente al Gobierno nacional que Canga daba por seguro que a partir de esta noche electoral estaría en manos de Alberto Núñez Feijóo. Lo primero se ha cumplido, al punto de que en sus primeras valoraciones de la noche electoral Diego Canga dijo, al filo de las once y cuarto de la noche, que «Asturias ya es de derechas». Lo segundo está, de momento, en el aire, y de hecho no sería descartable que en los próximos meses que hubiera un adelanto electoral, lo que puede mediatizar también la política a nivel autonómico.

En el Senado, a la hora del cierre de esta edición, se daba una inédita situación de empate a dos senadores entre los populares y los socialistas (serían miembros de la Cámara Alta los socialistas María Fernández y Fernando Lastra y los populares Pablo González y Teresa Mallada), si bien el recuento de los votos emitidos para el senado fue toda la noche muy retrasado en comparación con la del Congreso, prácticamente cerrada a medianoche, y aún podía cambiar hacia el habitual reparto de tres senadores para la formación más votada.

En todo caso, más allá de la victoria del PP, Asturias ha dado un vuelco hacia la derecha de forma nítida como no ocurría desde el año 2000. En aquellos comicios, el PP obtuvo cinco diputados, por tres del PSOE y uno de IU.

Hacía tres convocatorias electorales, desde 2016, que el PP no ganaba en el Principado, si bien en aquel momento la mayoría en votos fue para la suma de PSOE y Podemos de una forma bastante marcada, con dos diputados para cada uno, mientras que en el espacio del centro-derecha Ciudadanos lograba un escaño. En votos, en 2016, ganó el bloque de la izquierda.

A lo largo de la campaña electoral, los llamamientos a la participación de todas las fuerzas políticas fue muy marcada. Todos temían que con una convocatoria electoral adelantada a julio sus fuerzas se vieran menguadas por una posible deserción de su electorado habitual. Pero contrariamente a lo esperado, en Asturias la participación en Asturias subió con mucha claridad, tal vez porque ese temor caló en el electorado... de todas las formaciones. Aunque a las seis de la tarde parecía que se iba a repetir aproximadamente el nivel de participación de las elecciones de noviembre de 2019, la que tuvo menor afluencia a las urnas, en las últimas dos horas de la votación hubo una gran afluencia a las urnas. Verano. Retorno de las playas y de los lugares de descanso.

Eso, respecto al incremento de la participación. Respecto a la concentración del voto hay que anotar también que Diego Canga se pasó buena parte de la última campaña electoral de julio afirmando que se había quedado a 700 votos de la victoria en Asturias y que la división del voto entre los partidos de la derecha y el centro, en particular por los que se fueron a Foro, le había privado de ser presidente de los asturianos. Foro decidió poco después de los comicios de mayo que no se presentaría a las generales, al igual que hizo Ciudadanos. Y quienes votaron a Foro en mayo (40.000 personas en Gijón para la Alcaldía, de los que 10.000 también votaron por Foro para el Principado, que sumó otros 11.000 en el resto de la región) tuvieron que elegir entre otras opciones. Parece lógico, por los números que han aportado las urnas, pensar que Diego Canga tenía al menos algo de razón en cuanto a que el centro derecha, de unirse, tendría resultados electorales mucho mejores, en particular en las autonómicas, donde la división de Asturias en tres circunscripciones castiga con claridad la atomización de cualquier opción política.

Por lo que toca al PSOE, la bajada de tres a dos diputados por Asturias supuso anoche un varapalo que hizo, de hecho, que fueran los socialistas los últimos de los cuatro partidos en hacer valoraciones anoche. Ganaron con claridad, eso sí, en las votaciones al Congreso en Gijón, Avilés y las cuencas mineras, mientras que los populares repitieron su habitual victoria en Oviedo, la parte central del suroccidente y la costa oriental. Quedan por cerrarse los votos de la emigración, aunque no parece que vayan a mover escaños.