El objetivo de la derecha: «Pactar en el mayor número de municipios posible»

Más allá de los acercamientos puntuales -a nivel personal- que se han producido en algunos territorios, el 'cortejo' político no comenzará hasta que se haga el escrutinio del voto emigrante este viernes, 2 de junio. Aunque «difícil», el PP no pierde la esperanza de ganar un diputado por el Oriente, que igualaría las fuerzas entre populares y socialistas en la Junta General del Principado. Si se confirmase que «no hay nada imposible», el escenario de las negociaciones municipales cambiaría radicalmente.

A día de hoy, por tanto, «estamos a la expectativa», explican fuentes populares, que este miércoles han mantenido una reunión de trabajo, pero no en clave autonómica o municipal, sino para ir organizándose de cara a las elecciones generales, que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha adelantado al 23 de julio. «Ahora mismo las negociaciones están muy verdes, a la espera de lo que ocurra el viernes», inciden.

Está previsto, no obstante, que el PP celebre el próximo lunes una reunión conjunta del Comité Ejecutivo Autonómico y la Junta Directiva para estudiar los pactos posibles y articular la hoja de ruta a seguir en cada territorio. Aunque las negociaciones «están todavía muy verdes», el objetivo a trazo grueso es «pactar allí donde sea posible para ocupar el mayor número de alcaldías». Ganarle territorio al PSOE es, en principio, el objetivo común de la derecha asturiana. Pero PP, Foro y Vox también coinciden en no dar nada por hecho.

Los concejos en los que tienen más posibilidades de hacerse con el bastón de mando son Gijón, Tineo, Castrillón, Allande, Ibias, Colunga, Ribadesella, Amieva y Llanes. En Ribadedeva o Castropol, han ganado candidatos que se escindieron del PSOE y que necesitarían el apoyo del PP para gobernar con mayoría absoluta. «Es muy improbable», aventuran quienes están más por la labor de que «se arreglen entre ellos».

En Gijón, la candidata forista, Carmen Moriyón, ha quedado a un solo concejal de los socialistas. Todo apunta a que se hará con la alcaldía, aunque está por ver cómo se equilibrarán finalmente las fuerzas en el ayuntamiento gijonés, donde el PP ha obtenido cinco ediles y Vox ha conseguido dos. Para alcanzar la mayoría absoluta, Moriyón necesitaría a ambas formaciones. O el apoyo del PSOE, lo que supondría un rocambolesco movimiento político.

Foro ha ganado las elecciones con solvencia en Salas y Peñamellera Alta. En Ibias, es determinante para que el Partido Popular acceda a la alcaldía. En Ribadesella, otro tanto de lo mismo, aunque, en este caso, el PP deberá entenderse también con Vox e Impulsa Ribadesella. En Colunga, sin embargo, es Foro el que necesita al PP para hacer valer sus cuatro concejales.

En Tineo y Castrillón, al PP le hacen falta los apoyos de Vox. En Allande, el de Allandeses Independientes. En Amieva, los populares podrán tomar las riendas del Ayuntamiento -hasta ahora en manos foristas- si se alcanza una acuerdo con Foro y Vox. Y en Llanes, todo apunta a un pacto entre Vecinos por Llanes y el PP, que deje fuera de la alcaldía al socialista Antonio Trevín, ganador de estas elecciones municipales.

Un juego de malabares que, en algunos territorios, no depende tanto de las siglas como de afinidades personales: «Hay sitios donde los pactos van a ser más complicados, aunque los partidos que negocian sean los mismos». Quienes deslizan estas palabras advierten también de que algo similar le ocurre al PSOE e IU en otros territorios. «Ojito con Candamo o Proaza, donde hay tensiones en la izquierda», apuntan.

Los populares ya tienen asegurada la alcaldía de Oviedo, Cangas del Narcea, Cangas de Onís, Caravia, Coaña, Navia, Peñamellera Baja, San Martín de Oscos, Tapia de Casariego y Villayón. Si se entienden finalmente con Carmen Moriyón, para la candidata forista ésta sería la tercera vez que gobierna en el Ayuntamiento gijonés. Para el PP, en cambio, sería algo histórico. Como para Vox, que, sin haber ganado en ningún territorio, tocará poder en varios municipios, entre ellos, el de Gijón. «Vox siempre tuvo y tiene una línea de actuación; hace lo que dice. Somos un partido muy previsible», dejan caer fuentes de la formación. O lo que es lo mismo: su apoyo no será gratis, lo que, en las elecciones generales, podría proporcionar artillería a Pedro Sánchez contra el PP.