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El adelanto de las elecciones nacionales con el que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, sorprendió a la ciudadanía tras los comicios municipales y autonómicos de este domingo, viene aparejado de la disolución de las Cortes elegidas tras las elecciones de noviembre de 2019. ... De esta forma, salvo la socialista Adriana Lastra y el dirigente de Vox, José María Figaredo, ambos vocales de la diputación permanente, el resto de los diputados nacionales asturianos causaron baja como parlamentarios el pasado martes. Toca ahora hacer balance de una legislatura especialmente complicada por la pandemia y en la que, destaca, si nos ceñimos a los datos puramente estadísticos, el volumen de actividad parlamentaria que habría llevado a cabo durante estos escasos cuatro años el diputado de Vox. José María Figaredo ostenta, entre los parlamentarios asturianos, el récord de preguntas orales formuladas (122), preguntas escritas (10.456) e informes solicitados (1.954). Cierto es que su condición de portavoz sustituto de su grupo parlamentario desde marzo de 2021, así como la consigna de Vox de que las iniciativas parlamentarias se compartan por varios diputados, podría explicar este elevado número de iniciativas.
Llama también la atención el volumen de trabajo que habría llevado a cabo durante estos últimos años Paloma Gázquez, única diputada del PP por Asturias, quien suma 62 preguntas orales al Gobierno de Pedro Sánchez, más de un millar (1.025) de preguntas por escrito y medio centenar (53) de informes solicitados. Son, sin lugar a duda, los dos diputados nacionales con más actividad parlamentaria, si bien fue Adriana Lastra, que llegó a ser vicesecretaria general del PSOE y portavoz titular del grupo parlamentario, la que tuvo una mayor proyección en el Congreso de los Diputados. También destaca la proyección de María Luisa Carcedo, en este caso por su condición de ministra de Sanidad, Consumo y Bienestar Social entre 2018 y 2020. Carcedo fue diputada del PSOE hasta el pasado mes de abril, cuando fue sustituida en el Congreso por el avilesino Jesús Ruiz, tras ser elegida consejera permanente del Consejo de Estado. No obstante, precisamente por representar a uno de los partidos que sustenta el Gobierno nacional, ni ellas ni el tercer diputado del PSOE, Roberto Morís, acumulan gran cantidad de iniciativas parlamentarias de control al gobierno. Tampoco la diputada de Unidas Podemos, Sofía Castañón, cuyo partido también forma parte del Ejecutivo de Pedro Sánchez.
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Aunque cuantitativamente queda muy lejos de Figaredo y Gázquez, fue también especialmente intensa la actividad del diputado nacional Isidro Martínez Oblanca, quien se presentó a las elecciones por Foro en coalición con el PP y formó parte del Grupo Mixto. En su caso registró, todas en solitario, 9 preguntas orales, 185 escritas y 3 solicitudes de informes. Eso sí, al representar a una formación asturiana, toda la actividad que movilizó en el Congreso durante estos últimos cuatro años obedecía a cuestiones directamente relacionadas con esta región.
En el Senado, por idéntico argumento, llama la atención la actividad parlamentaria de la popular Mercedes Fernández (con 35 preguntas orales, 525 escritas y una docena de informes solicitados) frente a la llevada a cabo por el resto de senadores, todos ellos socialistas. Concretamente, Fernando Lastra, María Fernández y Guadalupe Casanova, quien sustituyó al gijonés Francisco Blanco el pasado mes de diciembre, cuando éste fue nombrado secretario de Estado de Industria. También ocuparon escaño en el Senado, por designación parlamentaria, las socialistas María Jesús Álvarez y María Mercedes Otero.
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