La industria asturiana se ve incapaz de aguantar los paros una semana más

El Principado anunció ayer que el lunes celebrará una reunión con «una veintena» de empresas asentadas en la región, la mayor parte del sector industrial, que en los últimos días han emprendido medidas organizativas o que se han puesto en contacto con la Consejería de Industria a causa de los paros del transporte. En la lista facilitada por el Gobierno regional figuran los nombres de ArcelorMittal, AZSA, Moreda Rivière, Orovalle, Asturquimia, SaintGobain, CAPSA, Danone, Toscaf, Alimerka, EdP, Grupo Masaveu, Hunosa, El Gaitero e Hiasa-Gonvarri. Será el consejero de Industria, Enrique Fernández, quien presida una reunión en la que también se abordará la problemática derivada de los altos costes de la energía. El objetivo es analizar las medidas que están poniendo en marcha los gobiernos central y regional para tratar de paliar la difícil situación por la que atraviesa la economía de la región.

El seguimiento de los paros en Asturias ha sido absoluto. Desde que el lunes de la pasada semana comenzara la protesta convocada por la Plataforma en Defensa del Transporte, secundada en Asturias por UITA y apoyada por Cesintra, la situación no ha hecho más que complicarse. Con los camiones parados, la afectación comenzó a notarse desde el primer día: polígonos industriales con mucha menos actividad, puertos sin un solo camión que moviese mercancía, carreteras vacías de vehículos de carga... El ritmo en otras regiones fue diferente al asturiano, aquí las empresas notaron el impacto de un paro que se alarga ya durante doce días (hoy es el decimotercero) desde el inicio. Las advertencias de las diferentes patronales se han sucedido en estas dos semanas, poniendo el foco en las empresas con procesos de fabricación continua, que no pueden detener su actividad de forma súbita. Una de ellas es Arcelor, que decidió adelantar la parada prevista de alambrón a causa de la gran cantidad de producto que no podía expedir. Además, ante la falta de suministros necesarios, detuvo también parte de las instalaciones de laminación en frío y el tren de hojalata. También está inactiva la acería de Gijón y carril.

Ence, en Navia, también con un proceso de producción continuo, ya paró la pasada semana una de las líneas de acabado de pasta de papel y tiene la segunda funcionando, pero con capacidad limitada. El problema, el mismo: la madera que necesitan no llega con fluidez a sus instalaciones y no pueden expedir los productos que fabrican. La multinacional del vidrio Saint-Gobain ya anunció que iniciaba la tramitación de un ERTE para sus instalaciones de Sekurit a causa de la incertidumbre provocada por los paros del transporte. Esta división, que lleva años con problemas, se veía ahora afectada por las interrupciones de la actividad anunciadas por algunos fabricantes de vehículos. Ante esta situación, la empresa decidió iniciar la tramitación de esta medida por si fuera necesario aplicarla.

Donde no han podido aguantar más es en Orovalle. La empresa minera que opera en el occidente asturiano ha planteado un ERTE para el 40% de su plantilla -unos 190 de sus 480 trabajadores- ante la imposibilidad de hacerse con los suministros básicos para continuar con la producción. También Trefilerías Moreda ha regulado a su plantilla, con acuerdo de los trabajadores, una medida que afecta a 206 de los 423 empleados con los que cuenta. Por su parte, Asturquimia tuvo que detener la producción la pasada semana ante la falta de suministros y también ha recurrido a un ERTE.

En el sector lácteo la situación es «límite» y las decisiones se toman día a día. Con los almacenes llenos de producto y sin capacidad para hacer acopio de materias primas, las empresas se encuentran muy tensionadas.