La ministra acusa a la «ultraderecha» de estar detrás de la violencia

«No podemos permitir que sometan a ese país a un pulso que no vamos a tolerar», insistió Sánchez, tras recordar la movilización de más de 15.000 agentes por parte del Ministerio del Interior «para reprimir estas actuaciones violentas que no representan al sector. Somos sensibles pero no vamos a ceder a este chantaje, sabotaje y boicot».

La ministra de Transportes prometió, además, «contundencia» si esta movilización afecta a los suministros básicos y aseguró que no se va a sentar «con un grupo de radicales violentos».

Estas mismas ideas fueron suscritas por la ministra portavoz, Isabel Rodríguez, que calificó de «boicot, no de huelga» esta movilización y que criticó a una parte «minoritaria» del colectivo de transportistas que está promoviendo «una reacción que parece orientada», según dijo, «por posicionamientos de la ultraderecha».

Por su parte, el presidente de la Plataforma de Defensa del Sector del Transporte, Manuel Hernández, pidió una rectificación al Ejecutivo y negó que estén movidos por la ultraderecha: «El Gobierno solo busca desacreditarnos». Censuró, además, que no se les haya llamado para ser escuchados y negociar o que se les considere una minoría, circunstancia que también rechaza. «Hay un abuso brutal en los precios que cobran las grandes operadoras de transporte que no tienen camiones y que son esa mayoría de que habla el Comité Nacional del Transporte por Carretera», recalcó. Sobre las acciones violentas, culpó a infiltrados que intentan reventar los paros desde dentro