'Lucho' se acerca al Chelsea

Luis Enrique no lo oculta. Su deseo en el futuro es entrenar algún día al Sporting, el club de sus amores. Sin embargo, en el presente, los sueños del técnico gijonés apuntan en otra dirección. Concretamente hacia Inglaterra. Su ilusión es dirigir a un equipo en la Premier League y seguir así los pasos de algunos de sus compañeros en el Barcelona como Guardiola o Lopetegui.

Lucho, después de su abrupta salida de la Selección, no está dispuesto a aceptar un banquillo cualquiera y sabe que está en disposición de elegir. Ofertas no le faltan. La trayectoria que tiene como entrenador es su mejor aval. Eso es precisamente lo que ha visto el Chelsea para iniciar los contactos que pueden derivar en su contratación.

De momento, solo ha habido conversaciones para conocer su disponibilidad y las condiciones que impondría. El conjunto londinense, después de un comportamiento errático esta temporada que lo tiene situado en el centro de la clasificación, lejos de los puestos nobles, ha iniciado un 'casting' para buscar un entrenador que encabece un ambicioso proyecto con la Liga de Campeones siempre en el horizonte.

Precisamente, el máximo torneo continental es el clavo al que se agarran 'los Blues' esta temporada, donde ha tomado las riendas provisionalmente el español Bruno Saltor, que debuta así como técnico profesional. Por el camino, esta temporada, se han quedado Thomas Tuchel y Graham Potter (24 millones pagaron al Brighton por su incorporación), destituidos por Todd Boehly, propietario del club, después de adquirírselo al magnate ruso Roman Abramovich.

Boehly no repara en gastos y la mejor prueba de ello es que ha desembolsado 600 millones para hacer un bloque competitivo a la altura de los 'grandes' de la competición. Después de encadenar errores, su propósito es medir mucho sus próximos pasos y, sobre todo, no equivocarse a la hora de entregar las llaves del proyecto al próximo entrenador. Lo primero, aseguran, sería contratar un técnico interino hasta el verano y todo apunta a que será una leyenda del club como Frank Lampard, con el que se está negociando ya.

Luis Enrique, que tomaría las riendas a partir del verano, se ha desplazado a Londres acompañado por su representante, el exjugador Iván de la Peña, para reunirse con el propietario del Chelsea y explicar las líneas generales de su idea. El técnico gijonés, que llegó durante la tarde de este miércoles a Barcelona tras mantener un encuentro en la capital británica evitó dar ninguna pista sobre el contenido de las reuniones y tiró de ironía para responder: «Vengo de Formentera, una isla maravillosa, una isla paradisíaca», aseguró con una sonrisa, acompañado por De la Peña y su hijo Pacho.

Lo cierto es que Boehly no solo ha puesto sus ojos en el entrenador asturiano. Entre los candidatos a ocupar el banquillo de Stamford Bridge figura otro de los entrenadores más prestigiosos del continente como Julian Nagelsmann, despedido recientemente del Bayern de Múnich.

Las conversaciones con ambos, según ha trascendido desde Inglaterra, han sido «muy positivas» y continuarán en los próximos días. Insisten las mismas fuentes en que «no hay prisa» y que las negociaciones se pueden dilatar en los próximos meses. No son los únicos que forman parte de la lista. Entre la relación de nombres que se ha vinculado al Chelsea figuran Mauricio Pochettino, Rúben Amorim (Sporting de Portugal), Oliver Glasner (Eintracht Frankfurt) y Luciano Spalletti (Nápoles).

Luis Enrique, después de su salida de la Selección, siempre ha transmitido su deseo de empezar un nuevo proyecto en un club y, en especial, en la Premier League. Desde algunos ámbitos habían apuntado hacia el técnico gijonés como un posible relevo de Simeone en el Atlético, pero no parece que el club colchonero vaya a prescindir del preparador argentino. Luis Enrique apunta hacia la Premier y el Chelsea tiene muchas papeletas para convertirse en su destino. El reto que asume de buena gana el asturiano es devolverlo a lo más alto y volver a ganar la Liga de Campeones, después de que lo consiguiera de la mano del alemán Thomas Tuchel.

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