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Luis Enrique: «El Molinón necesita una mejora o hacerlo nuevo»

El exfutbolista y exseleccionador Luis Enrique se mostró ayer, en SER Gijón, suelto, convencido de lo que decía, y supo hilar con eficacia su discurso en todo momento ya fueran las preguntas sobre su papel de seleccionador -«me siento orgulloso de lo que hice, aunque cometí muchos errores»-, sobre su futuro en los banquillos -«tengo una especial atracción por la Premier, me gustaría ir a Inglaterra a trabajar»-, sobre el Sporting -«¿entrenarlo? Actualmente, no, porque aspiro a ganar titular, con jugadores de alto nivel. ¿En un futuro? Seguramente»- e, incluso, sobre El Molinón y el proyecto 2030: «Necesita una mejora o hacerlo de nuevo, que pueda ser un centro de recursos para el club».

'Lucho', como lo llaman su gente más cercana, no eludió ningún tema durante la media hora de entrevista. Ninguna. Ni el de una Selección Española de mudanza, la de la 'era Luis de la Fuente', que se ha abierto paso en los últimos días con diferente fortuna ante Noruega y Escocia, pero sin ningún rastro de 'La Roja' de Luis Enrique. Tras no ser renovado por la Federación Española de Fútbol, el técnico gijonés reapareció ayer para confesarse. Pero siempre con un tono distendido y tranquilo. Incluso cuando se le aludió a las críticas por no tener un 'plan B' en su etapa con 'La Roja'. «Lo de siempre. Estaban las alimañas y buitres aprovechando su segundo de gloria. Me siento orgulloso y satisfecho», afirmó. «Claro que cometimos errores, pero tuvimos que tomar decisiones. Estoy orgulloso. No me interesan estos debates. Están hechos desde la falta de conocimiento», insistió el entrenador asturiano rompiendo su silencio mientras reconocía no haber visto los dos primeros partidos de la nueva etapa del conjunto español. «Me pillaron en Sudáfrica. Me enteré de los resultados. Hay muchos tipos de entrenadores y lo lógico es que cada uno siga su camino».

Ni él mismo acaba de comprender del todo la expectación que despierta. Luis Enrique es un entrenador de carácter. Ya lo era en su trayectoria de futbolista y ahora, como titular de los banquillos, lo es mucho más. Deportista de resistencia y sufrimiento, amado y odiado a partes iguales, no provoca nunca indiferencia con sus palabras. De hecho, reconoció que «dirigir al Sporting será difícil» y afirmó que «solo sería en una situación en al que no tuviera nada que demostrar».

«¿Entrenar al Sporting? Nunca se sabe. El Sporting perdió conmigo una oportunidad maravillosa cuando tuvo que mostrar confianza en el Luis Enrique entrenador y no lo hizo. Actualmente, no, porque aspiro a ganar títulos, a entrenar algún equipo con jugadores de alto nivel. ¿En un futuro? Seguramente. Pero viendo a 'El Pitu', es difícil ser entrenador en tu casa», se le escuchó a Luis Enrique, que aludió con claridad a la destitución de su amigo.

Su ciclo de cuatro años en 'La Roja' se saldó con unas semifinales de la Eurocopa, un subcampeonato de la Liga de Naciones y la eliminación en octavos del Mundial de Catar. Sin embargo, su salida no fue la deseada. Como la de Abelardo en el Sporting. «Me dolió y la considero injusta. No te garantiza que otro entrenador tenga mejores resultados y a las pruebas me remito. 'El Pitu debería ser el entrenador cinco o diez años, independientemente de los resultados», puntualizó. «Si cada vez que el barco se tambalea, echamos a un entrenador experimentado...», añadió.

«Después de lo que ha pasado a 'El Pitu, que sí que es una leyenda del Sporting... Se le puso contra la espada y la pared. Es difícil ir al equipo de tu casa. Si lo hago alguna vez sería tras haber arrasado», insistió Luis Enrique. «A lo mejor lo hago en cinco o diez años. Entrenar al Sporting es muy difícil. No me gustaría salir de Gijón y acabar vilipendiando o silbado. El crédito como entrenador te dura 18 segundos y medio».

Los sueños, no solo para el seleccionador gijonés, no se consideran un defecto en el mundo del fútbol, en el que rige un código muy particular. Por ello, 'Lucho' no ocultó su deseo de sentarse en un banquillo de la Premier. «Me gustaría ir a Inglaterra a trabajar. Es una Liga interesante. Nunca he escondido que me gustaría ir, aunque no me veo en julio en la Premier porque es difícil que se dé el momento. No iré a cualquier equipo. Solo a alguno en el que pueda hacer cosas importantes y eso reduce las opciones», explicó el asturiano, que reconoció no hacerse demasiadas ilusiones porque su actual vida le llena al 100%.

«¿Que se alarga? Cambiaré mi perspectiva. No significa que vaya a entrenar en España. He tenido alguna oferta de selecciones que, por respecto, voy a omitir, pero debería ser potente para que me interesara», hizo hincapié. «¿Se imagina que tengo que jugar contra España? No sé si estoy preparado», añadió. Brasil busca seleccionador. Luis Enrique no se ve... «No creo que sea el perfil para esa selección. Me encantan los jugadores de calidad, pero no sé si yo me adaptaría», hizo hincapié.

Luis Enrique no se quedó ahí y no lo dijo en voz baja. Al contrario. Después de miles de entrevistas, ya sabe cuál debe de ser su actitud. Y por eso aludió a la invitación del Grupo Orlegi a El Molinón antes del Mundial -«me encantó estar en el palco, en el museo, recibir el aplauso de la agente. Es una inversión que han hecho en nuestro Sporting. Solo desearles suerte»-, se posicionó sobre el Mundial 2030 -«cuando me enseñaron la maqueta, me pareció una joya. Ojalá los políticos ayuden. El Molinón es emblemático, pero necesita una mejora o hacerlo de nuevo nuevo»-, e incluso habló de la presencia en Las Mestas de su hija Sira, que practica la equitación -«no sé su calendario, pero ya sabe que en verano hay que ir a Gijón sí o sí»- y de Villa y su compra del Racing Benidorm: «No lo sabía. Me alegro que invierta en fútbol».