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Una España de mudanza, la de la 'era Luis de la Fuente' se ha abierto paso en los últimos días ante Noruega y Escocia. Ni rastro de 'La Roja' de Luis Enrique. Tras no ser renovado por la Federación Española de Fútbol, el exseleccionador gijonés ha reaparecido este tarde para confesarse. Pero siempre con un tono distendido y tranquilo. «Me siento orgulloso y satisfecho de lo que hice en la Selección. Pero no me interesan esos debates», ha dicho rompiendo su silencio y reconociendo que no ha visto los dos primeros partidos de la nueva etapa del conjunto español.
Ni él mismo acaba de comprender del todo la expectación que despierta. Luis Enrique es un entrenador de carácter. Ya lo era en su trayectoria de futbolista y ahora lo es mucho más. Deportista de resistencia y sufrimiento, amado y odiado a partes iguales, lo ha dejado patente en su entrevista con SER Gijón. «¿Entrenar al Sporting? Actualmente, no, porque aspiro a ganar títulos. ¿En un futuro? Seguramente. Pero viendo a 'El Pitu', es difícil ser entrenador en tu casa», ha explicado Luis Enrique, que no ha ocultado su deseo de sentarse en un banquillo de la Premier. «Me gustaría ir a Inglaterra a trabajar. Es una Liga muy interesante. Pero no iré a un club cualquiera, sino a uno en el que pueda hacer cosas interesantes».
Su sistema, un 4-3-3, es un modelo rápido ofensivo. Se trata de estar siempre en posesión de la pelota y, si la pierdes, recuperarla enseguida. Presionar y atacar arriba. 'Lucho' tienes las ideas claras. Ha recordado que «el Sporting perdió una oportunidad cuando tuve que demostrar su confianza en mí como entrenador», ha reconocido que «dirigir al Sporting será difícil» y ha afirmado que «solo sería en una situación en la que no tuviera nada que demostrar».
Su ciclo de cuatro años se saldó con unas semifinales de la Eurocopa, un subcampeonato de la Liga de Naciones y la eliminación en octavos del Mundial de Catar. Sin embargo, su salida no fue la deseada. Como la de Abelardo en el Sporting. «Me dolió y la considero injusta. 'El Pitu debería ser el entrenador cinco o diez años, independientemente de los resultados», ha explicado. «Si cada vez que el barco se tambalea, echamos a un entrenador experimentado…», ha añadido.
Lo ha dicho no en voz baja. Al contrario. Después de miles de entrevistas, ya sabe cuál debe de ser su actitud. Y por eso ha aludido, por encima al Grupo Orlegi, «que han hecho una inversión en nuestro querido Sporting», y también ha señalado «cuando me enseñaron la maqueta de El Molinón 2030, me pareció una joya». «El Molinón es emblemático. Necesita una mejora o hacerlo de nuevo, que pueda ser un centro de recursos para el club», hace hecho hincapié.
A la espera de que le llegue una oportunidad que le satisfaga en los banquillos, Luis Enrique se vuelca en «el deporte en salud, en cosas que beneficien a mi cuerpo, que me enriquezcan».
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