La Reina Letizia muestra su interés por el lenguaje inclusivo en el Centro Niemeyer

Todos ellos fueron los encargados de recibirla, cuando se bajó del coche oficial, y de acompañarla al interior del centro, tras los saludos protocolarios y tras hacerse las tradicionales fotos de bienvenida. Una vez dentro -y ya despojada del abrigo-, doña Letizia posó con todos los directivos del Cervantes y, acto seguido, accedió a la sala, donde tuvo lugar a puerta cerrada la sesión de trabajo. En ella, la Reina se interesó por uno de los temas de más actualidad para esta entidad, el lenguaje inclusivo. «Me comentó que había tenido la oportunidad de leer el anuario del Instituto Cervantes 2023 y se ha preocupado también por los artículos que hablaban del lenguaje inclusivo», comentó García Montero, al terminar el encuentro.

Una preocupación lógica por los tiempos que corren y porque las políticas de igualdad son una prioridad para el Cervantes que, si bien es una institución a la que no le corresponde dictaminar cómo deben utilizar la lengua los hablantes, sí que publicaron un libro, analizando los sesgos, los prejuicios machistas, clasistas y racistas que se incluyen en las palabras. «Una parte fundamental del anuario habla del lenguaje inclusivo y, no solo en los temas de las políticas de igualdad, sino también de personas que, por ejemplo, al ser ciegas o al ser sordomudas, necesitan formas de comunicación que las amparen y que las ayuden a superar sus dificultades», explicó García Montero.

Asimismo, Doña Letizia también se interesó por temas relacionados con la plantilla de la entidad, la financiación y los proyectos de futuro. Con todos esos pensamientos en mente, la Reina aprovechó también la ocasión para ensalzar el trabajo de los directivos del Cervantes en todos los rincones del mundo donde la entidad está presente. «Quiero insistir en algo que recuerdo todos los años y es en la importancia del papel de todos los directores y directoras», los alabó, demostrando ser muy consiciente de su labor. «Hay una enorme complejidad institucional detrás del Instituto Cervantes, que requiere de muchos esfuerzos, recursos, voluntad política y fuerzas unidas, para que las cosas mejoren, para que se desarrolle ese plan estratégico, para que mejoren las condiciones de todos los equipos en todos los países», los apoyó.

Con esa convicción, doña Letizia deseó que durante estos días «las reuniones vayan bien, sean útiles y sigáis progresando en ese camino de mejora». De esta manera, cuando los directores vuelvan a sus puestos de trabajo, podrán avanzar con paso más firme. «Cuando regreséis después de las fiestas a vuestros centros y a vuestros países, a esa lucha que tenéis todos los días, espero que sigáis encontrando la energía y la fuerza necesarias para ese papel relevantísimo que tenéis para España, para la diplomacia cultural española y para que se extienda nuestra cultura por todo el mundo».

Ese orgullo que se desprendía de sus palabras lo sentía también el presidente del Principado, Adrián Barbón. «Os agradezco que hayáis escogido Asturias para este encuentro anual, que se celebra por primera vez en el Principado», manifestó. «Os animo a que no sea la única ocasión para reuniros en esta tierra y agradezco el apoyo de la Reina Letizia con su presencia en este acto», prosiguió.

Por lo pronto, está previsto que el próximo encuentro tenga lugar muy lejos, ya que, tal y como explicaba García Montero, ya están preparando «la apertura en Séul y posiblemente será ese el próximo encuentro de la Reina con el Cervantes, cuando se inaugure», apuntó. Será esa inauguración un éxito más para esta institución que ayer, durante su sesión a puerta cerrada, contó también con las palabras del secretario de Estado para Iberoamérica y el Caribe y el Español en el Mundo, Juan Fernández Trigo, así como los directores de los centros de Bremen, Bucarest, Varsovia y Brasilia. Todos ellos intentaron impulsar a la entidad con sus intervenciones.