«Avilés pierde a dos personas creativas que se reinventaban»

Los padres y la hermana de Carlos García Rubio, el hostelero avilesino fallecido el lunes en León, recibieron ayer el calor de los familiares y amigos que se acercaron hasta el tanatorio en cuya sala 3 se instaló su velatorio. Muchas amistades quisieron acercarse incluso sin conocer a ninguno de los tres, solo por dar calor a una familia rota por la trágica pérdida de Carlos 'Cafetón' y de su pareja Maribel Alberti. El funeral de Carlos se celebrará hoy miércoles, a las 12 horas, en la iglesia de Santo Tomás de Cantorbery.

Si las muestras de sorpresa y dolor se manifestaron el lunes en las redes sociales en cuanto se difundió la noticia y por la noche se exorcizaron las penas en una improvisada tertulia en la terraza de Les Aceñes (el local vecino a El Cafetón que regentaba en la calle de La Muralla), ayer fueron canalizadas a través de abrazos y recuerdos compartidos, de ojos llorosos que dejaban traslucir los buenos momentos vividos junto a los dos fallecidos.

Paco Iglesias, amigo desde tiempos inmemoriales de Carlos y de Maribel, destacaba que «eran dos personas muy comprometidas con los asuntos culturales y sociales, siempre estaban echando una mano». No hubo que ir muy lejos a buscar un ejemplo, la causa palestina uno de los más recientes, pero también «siempre que algún trabajador tenía problemas laborales o que alguien necesitaba ayuda, organizaba algo para tratar de echar una mano».

Carlos Galán, director del conservatorio Julián Orbón, fue otro de los amigos que se acercó a consolar a la familia y, de paso, a buscar también un poco de consuelo porque el trago no era fácil.

Galán tocó en la inauguración de El Cafetón en la calle del Sol, allá por 2001, y desde entonces se convirtió en cliente y amigo. «Iba muy asiduamente. Los quiero a los dos muchísimo», decía el músico incapaz de hablar en pasado. «Somos con una tribu. Avilés pierde a dos personas muy creativas y que siempre se reinventaban con actividades como los Alcuentros o el Festival Sol Celta», rememoró.

Había quórum. Carlos y Maribel eran un tándem querido y comprometido.