La velocidad máxima de la variante será de 275 kilómetros por hora en el 39% del tramo

La variante dejará de estar considerada un tramo en obras segregado de la red. Desde la semana que viene será más frecuente la entrada y salida de trenes para ponerla a prueba, sobre todo en la parte de los accesos, que es la última que se aborda. Las circulaciones que testan la infraestructura continuarán mientras los operarios ultiman galerías de evacuación, instalaciones técnicas y pantallas en la ladera de Campomanes, todo ello en los márgenes de la traza ferroviaria.

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El Adif tiene un cuadro de velocidades máximas en el tramo que ya identifica en sus sistemas como línea 984. El borrador detalla a los maquinistas las condiciones en los 49,6 kilómetros de infraestructura de alta velocidad entre Pola de Lena y la bifurcación al sur de La Robla.

En sentido sur y en la vía montada en ancho ibérico (la número 2), los trenes que prestan los servicios Alvia y AVE accederán a 50 kilómetros por hora pasada la estación, un kilómetro después ya subirá a 150, acelerarán hasta los 160 en la zona de Campomanes y entrarán en el macrotúnel a 265 para ponerse luego en 275. Esa máxima está permitida durante 19,4 kilómetros, lo que supone el 39% de la infraestructura. Poco antes de abandonar el macrotúnel iniciará la deceleración para salir por La Robla a 160. La vía 1, montada en ancho mixto (o triple hilo) tendrá la velocidad limitada previsiblemente a 220 kilómetros por hora. En la vía 2 por contra el 68% de la infraestructura admitirá velocidades máximas entre los 265 y los 275 kilómetros por hora.

Avanzan las obras y también la opción de que uno de los túneles lleve el nombre de Alejandro Rebollo, el expresidente de Renfe que planteó la necesidad de la variante. El presidente del Principado, Adrián Barbón, se reunió ayer con los familiares del difunto abogado para transmitirles que ha hecho oficial la propuesta al ministerio. Lo hizo aprovechando un encuentro con la secretaria de Estado, Isabel Pardo de Vera, en enero. La idea tropieza con el hecho de que desde su concepción cada uno de los túneles de la variante han venido recibiendo un nombre concreto, ligado a la orografía que salvaban. Los descendientes de Rebollo se mostraron sin embargo optimistas ante el posible reconocimiento. Al encuentro acudió el presidente de la Cámara de Comercio de Oviedo, Carlos Paniceres, órgano del que partió la iniciativa.