«La Universidad tiene que ser un hervidero de ideas para el futuro»
Ignacio Villaverde | Rector electo ·
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Ignacio Villaverde | Rector electo ·
«El objetivo es recuperar la presencialidad en la docencia y la evaluación en cuanto sea posible, pero siempre con seguridad y salud»LAURA MAYORDOMO
Sábado, 13 de febrero 2021
El toque de queda le obligó el viernes a abandonar el Edificio Histórico antes de lo que le hubiera gustado, por aquello de alargar lo máximo posible la celebración con el reducido número de compañeros y amigos que se acercaron a darle la enhorabuena al ... final de la jornada electoral. Pero aún tiene «como quinientos mensajes» en el móvil que contestar. Será a lo que Ignacio Villaverde (Gijón, 1965) se dedique en parte hoy. Ayer, tras recuperar algunas de las horas de sueño que le ha robado la campaña, el ya rector electo atendió a los medios de comunicación. Relajado y con el buen talante que le caracteriza, acudió a su cita con EL COMERCIO en la que remarcó sus prioridades, desveló la estructura de su equipo de gobierno y presumió de ser «el primer rector gijonés de la Universidad de Oviedo».
–¿Ya digerida la victoria?
–No, para nada (risas). Sigo en esa especie de centrifugadora emocional en la que te metes en estas situaciones.
–228 votos de diferencia. ¿Ha tenido tiempo para hacer un análisis detallado de los resultados?
–Habíamos analizado los porcentajes de voto de los distintos candidatos desde 2004, cuando se celebraron las primeras elecciones con el sistema de voto universal. Fijamos nuestro techo de voto en un 53% y sacamos un 52,4%. Clavamos el pronóstico. Se confirmó lo que esperábamos, que íbamos a ganar en PDI permanente y en PAS, que íbamos a perder en PDI no permanente y que en estudiantes íbamos a estar ahí Para mí la sorpresa ha sido que en estudiantes ganamos también.
–La EPI volvió a ser el feudo de Santiago García Granda, que también se impuso entre los docentes de Mieres.
–Yo tenía claro que el campus complicado era la EPI. También sabía que lo íbamos a tener en difícil en Mieres porque muchos de sus profesores vienen de la EPI y por lo tanto era natural que se replicaran los resultados. En el resto de campus y centros preveíamos que íbamos a ganar y así ha sido.
–Dos candidatos y, como usted ha dicho, dos modelos distintos de Universidad. Resuma el suyo.
–Creo en un modelo público de Universidad, público y fuerte. Somos un gran servicio público de la enseñanza superior y tenemos que cumplir con esa misión. Nadie se puede quedar fuera de la Universidad por razones socioeconómicas. Y eso hay que articularlo con un sistema de becas muy potente, con mecanismos que faciliten el pago de las tasas y con una buena estrategia formativa, porque se trata de que la Universidad sea esa garantía de oportunidades para el futuro. Tenemos que ser cabeza tractora de la gran transformación que necesita Asturias. Quiero que sea una Universidad amable, por tanto hay que cambiar su tono emocional. Tiene que ser un lugar de espacios para el acuerdo, no para la confrontación.
–Cuando habla de ser cabeza tractora de esta región, ¿en qué está pensando?
–En que la Universidad tiene que recuperar el liderazgo intelectual. No quiero decir que no haya otros foros de reflexión, pero en el ADN de la Universidad está ser un hervidero de ideas para el futuro. Tenemos que recuperar esa condición. La Universidad puede aportar un conocimiento que puede ayudar a hacer un buen uso de los fondos europeos para la reconstrucción. Está en disposición de liderar, con grandes proyectos, cuestiones que van a cambiar a esta sociedad y van a hacer de Asturias un lugar mejor: la transición energética, los sistemas asistenciales, la gran transformación digital… Tenemos grandes grupos de investigación capaces de ofrecer todo ese músculo intelectual.
–Habla de mejorar las becas y dar más facilidades en el pago de tasas. Concrete.
–Vamos a hablar con el Principado para revisar el cuadro de tasas. Con la primera matrícula tenemos que aceptar pagos prorrateados a lo largo del año, que se pueda pagar una cuota mensual. Pero hay que revisar sobre todo las segundas y terceras matrículas. El equipo de Santiago García Granda ha hecho una buena labor en la política de becas, en paralelo al incremento de los presupuestos. Tenemos que seguir profundizando en ella. Ahora tenemos que cuidar el coste de la manutención y el alojamiento porque notamos un fenómeno:a la gente de las alas les sale más rentable ir a estudiar a comunidades limítrofes, porque llegan en una hora de autobús, que venir a Oviedo, Mieres o Gijón. También hay que ayudar al estudiantado con infraestructuras, con un modelo de plan de estudios distinto, con ayudas a la empleabilidad...
–El jueves será proclamado. ¿Y después?
–Constituir el equipo, que ya está muy avanzado. No diré de momento sus nombres porque antes quiero pedirles permiso. En segundo lugar, organizar los equipos de transición para empezar ya a trabajar y saber dos cosas:la situación económica real y los proyectos y convocatorias están en marcha para que el cambio de equipo no las pare ni dilate.
–¿Para cuándo prevé las tomas de posesión?
–Desearía que lo más rápido posible, que el nuevo equipo rectoral estuviera trabajando ya la primera semana de marzo.
–¿Cuáles serán sus primeras acciones una vez asuma el cargo?
–Firmar una resolución del rector para validar el uso de la firma digital en todos los expedientes administrativos de la Universidad. Será un gran paso para agilizar todos los procedimientos. Y lo segundo, me gustaría despedir uno a uno a los miembros del equipo saliente. Es de justicia que reciban el agradecimiento de la comunidad universitaria.
–Se van a encontrar con un presupuesto ya cerrado para 2021, ¿cómo dejar la impronta del nuevo equipo rectoral en este primer año de mandato?
–La impronta se tiene que dejar ver con una ejecución ágil del presupuesto. Tenemos que mejorar las ratios de ejecución, que esté entre el 95 o 97%. Y es posible que haya que proceder a alguna modificación presupuestaria para hacer algún ajuste interno. El principal ajuste que quiero llevar a cabo es mejorar los presupuestos de centros y departamentos, darles más fondos para que puedan actuar con autonomía.
–De los 30 retos para los tres primeros meses de mandato, cinco están relacionados con la covid. ¿Qué van a hacer?
–Constituir una comisión de la covid, con el servicio de prevención, agentes sociales y los equipos directivos de centros y departamentos. Queremos establecer un cauce de comunicación fluida con Salud Pública. Tenemos que revisar los planes de contingencia y prever distintos escenarios para tener respuestas. Y, en tercer lugar, tenemos que hacer una inversión en infraestructuras, sobre todo informáticas, que nos permita transitar con facilidad de un escenario a otro.
–¿Qué previsiones manejan para lo que resta de curso?
–Soy optimista. Espero que en los próximos meses vaya a mejor y que el escenario más crítico, el de las evaluaciones de mayo y junio, nos permita volver a la presencialidad que todos queremos.
–¿El objetivo es volver a la docencia presencial?
–Sí, recuperar la presencialidad en cuanto podamos en docencia y en evaluación, porque somos una universidad presencial y sobre todo porque tenemos una generación, la de los primeros cursos del estudiantado, que llevan desde marzo del año pasado sin pisar el aula. Es importante que se incorporen rápidamente a las aulas. Con seguridad y salud, está claro. Solo si tenemos la seguridad de que podemos volver. En eso vamos a trabajar en los espacios universitarios, que hoy por hoy son seguros, y sobre todo en la movilidad, que es donde podemos correr más riesgos.
–¿Qué plantea, aumentar frecuencias?
–Aumentar frecuencias, que el transporte universitario sea solo para universitarios. Habrá que reunirse con el Consorcio de Transportes y tomar medidas que garanticen que el alumnado puede ir y marchar de los campus con seguridad. Quizá tengamos que esponjar también los calendarios. Quizá lo prudente sea hacer lo que se ha hecho en otros sitios y, apelando a la paciencia de la comunidad universitaria, alargarlo para evitar las aglomeraciones que siempre se producen en procesos de evaluación.
–Volvamos a la campaña. García Granda dijo el viernes que había sido «limpia». Usted, en cambio, en el discurso de cierre de campaña la calificó de «bronca y difícil».
–Entiendo que no reconozca que no ha sido un proceso limpio. Yo no recuerdo un proceso tan duro y fangoso como el que hemos vivido nosotros. Queríamos un debate de proyectos e ideas. Teníamos claro que en ningún momento íbamos a cuestionar a personas ni trayectorias ni la dignidad universitaria de nadie. Y, lo siento, pero tengo que decir que sí, que nos han atacado. Una cosa es cuestionar la gestión de alguien con el que compites en unas elecciones y otra muy distinta convertir esa crítica en un vilipendio, en un intento de desacreditar personalmente al otro candidato. Yo eso lo he sufrido.
–¿Cuál será su estilo?
–Un estilo amable y empático. El rectorado tiene que ser una casa abierta a toda la comunidad universitaria y a toda la sociedad para resolver problemas. Venimos a servir.
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