«Es un orgullo ser el primer rector de Gijón. Soy un gijonés militante»

-Bueno, no es el primer rector gijonés. Antes que usted lo fue Torcuato Fernández-Miranda en la década de los 50 del siglo pasado...

-Pero bueno, él lo era más de nacimiento que de ejercicio, lo que no le quita ningún mérito, pero yo creo que estaba hasta instalado en Madrid. El primero gijonés, gijonés, de vivir en Gijón, creo que soy yo, sin quitarle mérito a don Torcuato, faltaría más... (risas).

-Va a tener que resolver varias cuestiones relacionadas con Gijón y aún pendientes. Empezando por la residencia universitaria.

-Sí, es una de las cuestiones que tenemos que abordar en el primer año de mandato. El campus de Gijón necesita una residencia. Es irrenunciable. Pero no tenemos capacidad económica para afrontar su construcción y tendremos que acudir a un mecanismo de colaboración con el sector privado y sacar la licitación. Hay que diseñar bien el proyecto para que resulte atractivo.

-La otra cuestión es el grado de Deportes. No se le va a perdonar a un rector gijonés que esa titulación no esté en Gijón...

-Lo primero que tenemos que saber es de qué tipo de grado de Deportes estamos hablando para decidir la ubicación más adecuada. Lo que sí puedo garantizar es que en el primer año de mandato eso va a quedar resuelto y que no vamos a entrar en un juego de subasteo con las ubicaciones. Se decidirá con arreglo a razones técnicas y racionales, de mutuo acuerdo y compartiendo compromisos con los ayuntamientos que pudieran verse afectados. Lo importante es no ver la decisión como una exclusión. Es un grado de la Universidad asturiana y no de una ciudad específica.