Unidad política para reconocer su aportación a Asturias

El vicepresidente asturiano, Juan Cofiño, que conocía personalmente al arzobispo emérito, lo definió como «un hombre de conciliación y consenso». «Hay que agradecerle ese talante que tuvo en una época muy difícil». La presidenta del PP y su portavoz en la Junta General, Teresa Mallada, elogió su labor «en pro de la conciliación de todos los españoles y su afán por organizar y modernizar la Iglesia, tanto asturiana, como española».

Para Susana Fernández, del grupo parlamentario de Ciudadanos, Asturias perdió ayer a «un gran humanista que predicaba los valores humanos y las libertades por encima de los privilegios». Por parte de Podemos, Sofía Castañón, diputada en el Congreso, tuvo palabras de elogio a «su defensa de la clase trabajadora asturiana y su forma de entender la fe, que siempre lo puso del lado de las personas humildes y no de los poderosos». Para Ángela Vallina, de IU, Merchán, del que resaltó su solidaridad con la clase trabajadora, fue un «arzobispo atípico en muchos aspectos y que se adelantó a su tiempo reconociendo que la guerra civil fue una contienda fratricida por lo que no cabía el apelativo de cruzada».

El portavoz de Foro, Adrián Pumares, destacó la figura de Merchán como «firme impulsor del Concilio Vaticano II en España, que desde la moderación siempre trabajó por los derechos humanos, la justicia social, la reconciliación y la libertad». Ignacio Blanco, presidente de Vox en Asturias y su portavoz en la Junta, lamentó el fallecimiento de Merchán, «al que no tuvimos la oportunidad de conocer, pero cualquier fallecimiento de figuras religiosas en Asturias es una pérdida irreparable y más en los tiempos que corren, en los que el cristianismo está siendo atacado».

Los regidores de las principales ciudades asturianas también despidieron a Díaz Merchán con elogios a su labor pastoral en el Principado, como la alcaldesa de Gijón, la socialista Ana González, para la que se fue «un arzobispo que entendió la importancia de la democracia en nuestro país y trabajó desde la Iglesia para construirla». El alcalde de Oviedo, el popular Alfredo Canteli, aseguró que la capital tiene que «estar triste porque se fue una gran persona, un ovetense de adopción y un gran personaje». La portavoz de Somos en el consistorio ovetense, Ana Taboada, destacó, «como laica», su actitud cercana a los problemas sociales. «No tuvo remilgos en defender lo que era justo y fue valiente frente a la institución eclesiástica y frente al sistema», dijo.

Desde Avilés, la socialista Mariví Monteserín, aseguró que le tenía «mucho aprecio». «Fue, sin duda, el arzobispo que mejor entendió Asturias», indicó la regidora, que añadió que «en el tiempo tan complejo que le tocó gestionar, desde su posición, nos comprendió a los jóvenes de la época y a los trabajadores». «Entendió los cambios y los supo liderar desde una Iglesia comprometida con la sociedad, la democracia y la libertad», destacó.

La alcaldesa de Langreo, Carmen Arbesú, también tuvo palabras de recuerdo para quien fuera arzobispo de Oviedo. «Sobre su papel en la Iglesia de Asturias y de España, habrá voces más autorizadas que la mía. Lo que en Asturias sabemos seguro es que fue una persona con una innegable preocupación por las cuestiones sociales, por las condiciones de vida de las personas, al margen de sus creencias religiosas, y por el bienestar de las capas más bajas de la sociedad», explicó. «Para las Cuencas y para Langreo es icónica su implicación en el conflicto laboral de Duro Felguera en los años 80, su apoyo y su visita a los trabajadores que se encerraron en la Catedral y aquel gomeru que aceptó como regalo», recordó Arbesú.

Aníbal Vázquez, alcalde de Mieres, destacó la capacidad que tuvo Merchán para «saber leer muy bien el tiempo en el que le tocó vivir en Asturias, una época de fuertes conflictos en la región». Esta cualidad, lo convirtieron, según Vázquez, en «una figura muy respetada». El regidor de Cangas del Narcea, José Víctor Rodríguez, también recordó el papel del prelado ante los conflictos sociales de la región. «Fue un religioso emblemático en la transición y apoyó causas obreras, como la reivindicación de los trabajadores de Duro Felguera». Esta faceta social del arzobispo emérito centró el recuerdo de los actuales responsables sindicales en Asturias. Para Javier Fernández Lanero, secretario general de UGT, «fue un obispo diferente, con mucha sensibilidad social». Destacó que «en aquella época tuvo muchas reuniones con el sindicato para interesarse por los problemas, llamaba él, incluso se ofrecía para mediar». El recuerdo que deja su figura es bueno, «precisamente por esa cercanía y sensibilidad social y por esa preocupación hacia los problemas de los trabajadores», concluye Lareno.

José Manuel Zapico, secretario general de Comisiones Obreras de Asturias, se queda con «el recuerdo de su sabiduría para comprender Asturias y las reivindicaciones de la clase trabajadora, siempre del lado de las personas». El líder sindical asegura que en su retina permanecerá «la imagen de Gabino Díaz Merchán en el encierro de los trabajadores de Duro Felguera en la Catedral de Oviedo».

A ese mismo recuerdo apeló un Padre Ángel que ayer decía sentirse «profundamente apenado, porque era mi pastor, mi padre, mi arzobispo». «Cuando estaban refugiados los mineros en la Catedral les bajaba café y mantas», rememoró el presidente de Mensajeros de la Paz, en homenaje a quien «se lo debemos todo». «Nos dio su pectoral y su anillo para que lo subastásemos y sacar dinero y llegó a pasar varias Nochebuenas con los niños a nuestras casas», explicó.

El presidente de Escuelas Católicas de Asturias, el claretiano Simón Cortina animó a «agradecer la vida de quien supo guiar con sabiduría y visión la Iglesia de Asturias en momento histórico clave y que, sin haber nacido asturiano, muere como hijo de esta tierra tras haberse ganado el respeto, el afecto y el cariño de todos, creyentes o no».

Desde Ibias, Luis Felipe Fernández, director del Foro Comunicación y Escuela, destacó de Merchán que fue «un hombre con una visión muy aperturista» y recordó que en 1991 recibió la insginia de Oro del concejo, una de las primeras que se dieron.

EN ESTA INFORMACIÓN HAN COLABORADO M. VARELA, C. BERNAL, Á. RODRÍGUEZ, A. FUENTE, M. MORO Y R. AGUDÍN