El 67% de los trenes que Feve tiene en Asturias están al final de su vida útil o ya la han superado

Con los dos trenes en reparación se aspira a reforzar las conexiones desde Gijón y El Berrón. Estos días, para mitigar los perjuicios, lo que viene haciendo la dirección es recomponer su despliegue, procurando, por ejemplo, sacrificar trenes alternos en las conexiones con más frecuencias. Eso explica que entre los caídos están frecuencias entre las tres principales ciudades de la comunidad, Gijón, Oviedo y Avilés. De manera oficial la compañía evitó concretar el número de supresiones y se limitó a destacar que Renfe «trabaja cada día por prestar el servicio a sus clientes en las mejores condiciones y, en el caso de producirse incidencias, gestionarlas para facilitar la movilidad de sus viajeros».

El problema de fondo está en la obsolescencia del parque. En su web Renfe señala que sus vehículos «se caracterizan tradicionalmente por tener una vida útil prolongada (hasta 40 años)». En sus cuentas asigna un rango de entre 20 y 40 años de duración teórica.

Actualmente el 67% de los trenes asignados al ancho métrico asturiano han cumplido las cuatro décadas de servicio o están a punto de ello. Sobre el papel hay 43 unidades para el núcleo asturiano. De ellas ocho son de la serie 2600, fabricada por MAN y con tracción diésel; empezaron a circular entre 1966 y 1974. Es decir, las más jóvenes llevan 50 años de trabajo, las más veteranas, 58; todas por tanto han superado ampliamente la vida útil estándar.

Hay una docena de unidades eléctricas de la serie 3300; fueron fabricados por CAF y Babcock & Wilcox y puestas en servicio entre 1981 y 1985. De la misma época y hechas por la misma empresa son nueve unidades de la serie 435. Los trenes de estas familias llevan por tanto entre 39 y 43 años de servicio a cuestas.

De este siglo son ya las 21 unidades de la serie 3600, fabricadas por MAN y la propia Feve entre los años 2000 y 2007, con lo que tienen 17 o más años. La serie más moderna, la 2700, consta de 17 unidades entregadas por CAF y Sunsundegui entre 2009 y 2012; pese a su relativa modernidad se trata de una serie que da averías frecuentes.

A juicio de Pablo García, de SOS Tren, «Feve nunca ha salido de la crisis y, aunque se hayan hecho esfuerzos últimamente, no están a la altura de ofrecer un servicio de calidad, cuando la demanda del transporte ferroviario destaca por crecer un 12%».

Considera García que se están pagando «los platos rotos de haber cerrado talleres y regalar las últimas nuevas unidades llegadas a Murcia».

Por otra parte, ayer también se dieron problemas en la red de ancho convencional. Una avería en la señalización a la altura de Pola de Lena obligó a suspender la circulación en el tramo durante cerca de media hora. El AVE procedente de Alicante y Madrid llegó una hora tarde y el Alvia de Avilés a Madrid acumuló 37 minutos de demora.