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LUCÍA RAMOS
LLANES.
Miércoles, 7 de febrero 2018, 02:27
En la localidad cabraliega de Sotres, a 1.050 metros de altitud, los vecinos se levantaban ayer con una nueva y gruesa capa de nieve, después de que ésta no dejase de caer durante toda la noche, que sumó a las ya existentes, alcanzando ... un metro y veinte centímetros de altura. Asimismo, y como ya se temían en la zona, la carretera que da sube hasta el pueblo desde el vecino Tielve permaneció cortada hasta primera hora de la tarde debido a cuatro aludes. No fue hasta las 13 horas cuando la máquina fresadora conseguía abrirse camino y despejar la vía, garantizando así el acceso.
No obstante, los más veteranos recordaban ayer que el riesgo de aludes sigue siendo muy elevado y aconsejaban no utilizar la carretera a no ser que sea imprescindible. «Es matemático, durante los próximos días esta vía va a ser una trampa continua», aseveraba Ana Moradiellos, quien regenta el restaurante La Gallega en la localidad cabraliega. En este sentido, recordó cómo en su pueblo llevan tiempo esperando por las prometidas viseras antialudes, que no acaban de llegar. «No sabemos nada acerca de cómo está el proceso. La obra de El Escorial fue breve al lado de ésta», apostilló con sorna.
La situación en Sotres comienza a preocupar en el Ayuntamiento de Cabrales debido, principalmente, a la cantidad de nieve acumulada sobre los tejados de las viviendas. Pese a que ya ayer fueron muchos los vecinos que, pala en mano, se subieron a las cubiertas de sus casas para echar abajo montones y montones, son muchos los edificios que siguen sin limpiar. «Si la nieve es polvo, las construcciones aguantan bien, el problema es que en este caso las capas más profundas están húmedas, y eso hace que su peso aumente muchisimo», advertía ayer el concejal Fernando Nava. Por este motivo, desde el equipo de gobierno barajaban ayer la posibilidad de solicitar a Delegación del Gobierno la presencia de la Unidad Militar de Emergencias para ayudar a retirar la nieve del pueblo. «Vamos a estar pendientes a ver cómo evoluciona el temporal, pero si la cosa empeora, solicitaremos ese apoyo», manifestó el edil a este diario.
En otros concejos de la comarca oriental, como Ponga, la situación es también complicada, con cuatro máquinas quitanieves trabajando a destajo para garantizar el acceso a todos los núcleos y numerosos argayos de pequeño tamaño y árboles caídos en diferentes caminos y pistas. Además, tanto los seis pueblos de la parroquia de Cazu como Carangas llevan ya varios días sin televisión y hay otras localidades con problemas en sus líneas telefónicas. El mal tiempo obligó a suspender también el servicio a domicilio, si bien «las trabajadoras están en permanente contacto con todos los usuarios», según remarcó la alcaldesa pongueta, Marta Alonso.
También en los municipios de Amieva, Cangas de Onís, Onís, Parres y Piloña numerosos equipos se afanaban en limpiar carreteras, caminos e incluso los cauces de los ríos para evitar desbordamientos. No obstante, el nivel de los ríos no era ayer tan preocupante como llegó a serlo el lunes, cuando el Sella se desbordó en varios puntos, aunque sin causar daños.
La estampa más llamativa de la jornada la dejaron las faldas de las sierras del Cuera y el Sueve más próximas al litoral cubiertas de nieve.
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