![Tienda El Chico. Esther López friega la entrada de su negocio inundado por la lluvia que cayó con intensidad durante la noche, y saca las cajas mojadas.](https://s1.ppllstatics.com/elcomercio/www/multimedia/2023/09/12/87144211--758x531.jpg)
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Ana Rodríguez y Rosalía Agudín
Oviedo | Oviedo
Martes, 12 de septiembre 2023, 01:33
Pola de Siero amaneció ayer con esa aparente calma posterior a la tormenta. Sin embargo, al adentrarse poco a poco hacia el centro de la villa, aparecían los primeros signos de las terribles lluvias que afectaron a la capital del concejo de Siero alrededor de las 11 de la noche del domingo y mantuvieron a los vecinos en vela durante las primeras horas de la madrugada, achicando el agua de sus casas y negocios e intentando salvar todos los bienes materiales posibles.
La mayoría de historias coinciden, y son similares a la de Luisa Fonseca, propietaria de Luisa Lencería, que estaba en su domicilio cuando el agua comenzó a salir por el fregadero de su cocina. Después de limpiar los desperfectos en su casa, recibió el aviso de uno de sus hijos: «Me dijo que la calle de en medio era como un río. Yo pensé que no era para tanto, pero se acercó a ver si mi negocio de lencería estaba bien y al entrar le llegaba el agua por las rodillas». Fue entonces cuando Fonseca, en camisón, chanclas y gabardina, salió corriendo de su domicilio para ir a salvar su tienda. «En ese momento no puedes pararte a pensar en lo que llevas puesto, salí corriendo y tuve mucho miedo de caerme. Después, estuvimos cuatro personas quitando el agua, pero aún así tardamos dos horas», declaró la vendedora, que agradeció no lamentar pérdidas materiales.
Sin embargo, esta no fue la suerte de Esther López, de la tienda de ropa El Chico, que afirmó que «las pérdidas han sido enormes, tendrá que venir un perito a valorarlo, pero no se puede vender ropa mojada». En el momento del suceso, Esther no pudo socorrer su negocio ya que se encontraba en la total oscuridad de la noche a causa del corte de luz provocado por la tormenta. Por la mañana, acudió a achicar el agua y limpiar los desperfectos, pero aún no pudo valorar cómo de grandes habían sido las pérdidas: «Nadie ha visto nunca una cosa así en Pola de Siero, pero no puedo ponerme a llorar, tengo que actuar y buscar soluciones».
La hostelería también se vio extremadamente afectada por el suceso, como es el caso de Rufi Riestra, de la cafetería La Flaca en pleno centro de la villa, que se encontraba trabajando en su local al comienzo de la tormenta. «Nosotros estábamos en la cafetería y había incluso personas en la terraza que tuvieron que meterse dentro corriendo», contó Riestra. El agua entró hasta el almacén subterráneo y cayó en forma de cascada desde los techos, arrasando con los productos. «Tuvimos que dejar que entrara el agua mientras estábamos dentro para luego poder quitarla, en ese momento no te da tiempo a tener miedo. Por lo menos pudimos abrir hoy , que no todos pudieron», agradecía. María José Souza, de El Cafetín, también pudo abrir su negocio y no valoró más daños que «el lavavajillas, que se me estropeó por el agua».
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Octavio Villa
El alcalde de Siero, Ángel García, declaró ayer al medio día que «Pola de Siero fue un punto concreto donde descargó aún más y se han generado bastantes imperfectos. La red semafórica se cayó por completo, aunque ya está en funcionamiento, y hay varios edificios municipales que han tenido problemas de suministro eléctrico. Las calles presentan gran suciedad, pero a lo largo de la mañana todo ha vuelto a la normalidad».
«Estuvimos casi toda la noche interviniendo». Fue una madrugada frenética para el Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento (SEIS) de Oviedo. Las llamadas a partir de la medianoche se sucedieron alertando de las inundaciones registradas en diferentes localizaciones de la capital asturiana. Dos de los primeros puntos en anegarse fueron los accesos a Las Campas así como los alrededores del recinto ferial de La Florida y todo sucedió antes de las dos de la madrugada.
También intervinieron en las calles Mateo Llana y Sariego, en el parque Torre Jardín, la plaza Lago Enol y en la rotonda de Cerdeño donde a los residentes del ERA no se les olvida el desalojo que sufrieron hace un lustro debido a que el agua acabó entrando en las instalaciones causando daños materiales.
Fuentes de la Concejalía de Seguridad Ciudadana, liderada por el concejal José Ramón Prado, también detallaron que el agua entró en un hospital veterinario en la calle Altamirano y en un bar de la calle Rosales y la incidencia más grave se produjo en la calle Ganaderos Asturianos del barrio de Vetusta. Un árbol cayó sobre dos vehículos causando importantes daños en la parte delantera de ambos. Hasta la zona acudieron a media mañana los Bomberos que retiraron el ejemplar con la ayuda de un camión y asustado se mostró el vecino Fernando Migoya. «A las 1.45 horas me levanté porque había una tormenta exagerada y a raíz de ella cayó este ejemplar que sepultó a los coches».
No fue la única intervención por la caída de árboles. También se dieron en la zona rural en las localidades de Sograndio, Monterrey, Abuli y San Claudio; mientras que en la avenida de Torrelavega los bomberos intervinieron en una terraza tras la caída de varios cascotes a la vía pública.
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