La lluvia anega Pola de Siero: «Llegaba el agua por las rodillas»

Alrededor de las 11 de la mañana, doce horas después del desastre, las calles de Pola de Siero aparentaban esa calma posterior a la tormenta. Sin embargo, si te adentrabas poco a poco hacia el centro de la villa, iban apareciendo los primeros signos de las terribles lluvias que arrasaron anoche la capital del concejo de Siero y mantuvieron a los vecinos en vela durante las primeras horas de la madrugada, achichando el agua de sus casas y negocios e intentando salvar todos los bienes materiales que fuera posible.

La mayoría de historias coinciden, y son similares a la de Luisa Fonseca, propietaria de Luisa Lencería, que estaba en su domicilio cuando el agua comenzó a salir por el fregadero de su cocina. Después de limpiar los desperfectos en su casa, recibía el aviso de uno de sus hijos: «Me dijo que la calle de en medio era como un río. Yo pensé que no era para tanto, pero fue a ver si mi negocio de lencería estaba bien y al entrar le llegaba el agua por las rodillas». Fue entonces cuando Fonseca, en camisón, chanclas y gabardina, salió corriendo de su domicilio para ir a salvar su tienda. «En ese momento no puedes pararte a pensar en lo que llevas puesto, salí corriendo y tuve mucho miedo de caerme. Después, estuvimos cuatro personas quitando el agua, pero aun así tardamos dos horas», declaraba la vendedora, que agradecía no lamentar pérdidas materiales.

Sin embargo, esta no fue la suerte de Esther López, de la tienda de ropa El Chico, que afirmaba que «las pérdidas han sido enormes, tendrá que venir un perito a valorarlo, pero no se puede vender ropa mojada porque pierde mucha calidad». Por la noche, Esther no pudo socorrer su negocio ya que se encontraba en la total oscuridad de la noche a causa del corte de luz provocado por la tormenta. Por la mañana, acudió a achicar el agua y limpiar los desperfectos, pero aún no podía valorar cómo de grandes habían sido las pérdidas: «Nadie había visto nunca una cosa así en Pola de Siero, pero no puedo ponerme a llorar, tengo que actuar y buscar soluciones».

La hostelería también se vio extremadamente afectada por el suceso como es el caso de Rufi Riestra, de la cafetería La Flaca en pleno centro de la villa, que se encontraba trabajando en su local al comienzo de la tormenta. «Nosotros estábamos en la cafetería y había incluso personas en la terraza que tuvieron que meterse dentro corriendo», contaba Riestra. El agua entró hasta el almacén subterráneo del que dispone la cafetería y cayó en forma de cascada desde los techos, arrasando los productos que allí se hallaban. «Tuvimos que dejar que entrara el agua mientras estábamos dentro para luego poder quitarla, en ese momento no te da tiempo a tener miedo. Por lo menos pudimos abrir hoy, que no todos pudieron», agradecía.

El alcalde de Siero, Ángel García, declaraba al medio día que «Pola de Siero fue un punto concreto donde descargó aún más y se han generado bastantes imperfectos. La red semafórica se cayó por completo, aunque ya está en funcionamiento, y hay varios edificios municipales que han tenido problemas de suministro eléctrico. Las calles presentan gran suciedad, pero a lo largo de la mañana creo que todo volverá a la normalidad».

• Temas
• Principado de Asturias
• Siero