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P. LAMADRID / P. SUÁREZ / B. G. HIDALGO / M. VARELA
GIJÓN.
Sábado, 10 de febrero 2018, 02:43
Hacer una ruta a pie por las zonas de alta montaña y practicar esquí de travesía o escalada en hielo son actividades «especialmente peligrosas» estos días. Así lo subrayó ayer el Servicio de Emergencias del Principado (SEPA), que recomendó a los amantes de los deportes invernales y las escapadas a las cumbres de la región dejar estas aficiones para después del temporal. La gran cantidad de aludes registrados convierte estos lugares de la geografía asturiana en puntos negros. De hecho, la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) advierte del «riesgo fuerte» de aludes en los Picos de Europa.
Las nevadas de esta semana acompañadas de temperaturas más frías provocan que el peligro de desprendimientos de nieve reciente se prolongue debido a la mayor persistencia de la inestabilidad, «al producirse un asentamiento mucho más lento», según Aemet. Los próximos días continuarán las precipitaciones con nuevas acumulaciones de nieve fresca. La agencia prevé que hoy se produzcan nevadas significativas en la cordillera Cantábrica por encima de los 800 metros. Mantiene la alerta amarilla en esta zona, y en los Picos de Europa por nevadas. En la costa asturiana la alarma es por el oleaje.
No obstante, la situación parece que no será tan crítica como en días pasados. Por ello, el gerente del SEPA, Eugenio García, desactivó ayer la fase de emergencias del Plan de Nevadas. Este protocolo, de carácter estacional, regresó al nivel de preemergencia, que estuvo activado desde el pasado 1 de noviembre. Implica la ejecución de labores de prevención y vigilancia. El responsable de Emergencias tomó esta decisión porque estaban resueltas casi todas las incidencias relacionadas con el suministro eléctrico y telefónico y dado que la previsión meteorológica para los próximos días es más favorable.
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A los numerosos aludes ocurridos en la región, que complicaron los desplazamientos por carretera se suma la acumulación de nieve en el tendido ferroviario de Pajares. Por quinto día consecutivo, los trenes hasta León estuvieron suspendidos. De modo que Renfe mantiene el traslado de los viajeros afectados a bordo de la flota de autobuses Epifanio. En el apartado de incidencias de su web, señala que «Adif tiene movilizadas locomotoras con cuñas quitanieves acopladas para realizar pasadas y evitar la compactación de la nieve. Además, están acompañadas por brigadas de mantenimiento de infraestructura para la limpieza de cambios o despejar la vía ante la posible caída de árboles o ramas».
A pesar de tener que recurrir a este plan alternativo de transporte, la gran mayoría de usuarios afectados se mostraron ayer satisfechos con la solución proporcionada por Renfe. «No solo no nos viene mal, sino que nos ahorramos bastante tiempo de viaje», señaló Sara Collar, que iba a Madrid. La situación no pilló por sorpresa a casi nadie. «Teniendo en cuenta las noticias de las últimas semanas, cuando compramos el billete dábamos por hecho que, por lo menos hasta León, íbamos a tener que ir por carretera», reconoció Manuel Talón.
Otros usuarios también destacaron la «gran gestión» realizada por Renfe al mantenerles informados en todo momento del desarrollo de la situación y las «facilidades» dadas una vez se confirmó el desplazamiento por carretera. «Al rey lo que es del rey. Lo han hecho de diez», sentenció Julia Ruiz.
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La nieve no solo causa trastornos a aquellas personas que se desplazan fuera de la comunidad. Dentro de los propios límites de Asturias, incluso los servicios de emergencia se ven afectados. Ayer mismo les ocurrió a los bomberos parque de San Martín del Rey Aurelio y Caso que se desplazaron al pueblo casín de Bezanes para sofocar un incendio. Una pareja alertó de las llamas que se habían originado en una estufa que tenían en su domicilio. Sus vecinos intentaron apagar el fuego con varias mangueras mientras esperaban la llegada de los bomberos.
Una vez sofocado el incendio y ventilada la casa, los bomberos y el personal municipal desplazado emprendieron la marcha hacia San Martín y a pocos kilómetros de pueblo -en la zona conocida como Les Canales-, en la carretera de acceso al puerto de Tarna, se encontraron con un alud que les impidió regresar durante varias horas, ya que la quitanieves estaba en otros puntos del concejo. Respecto al suroccidente, la tregua permitió avanzar en la limpieza de vías de la comarca. Así, el Ayuntamiento de Cangas del Narcea confirmó que se habían logrado acceder al último pueblo que permanecía aislado desde el inicio del temporal: Castil del Moure. También se alcanzó Porciles.
La comunicación entre Ibias y Cangas del Narcea por la AS-29 continuó interrumpida por un argayo. No obstante, la alcaldesa ibiense, Silvia Méndez Abello, anunció que se iniciaba la apertura del puerto del Connio (AS-348) como vía de comunicación alternativa entre ambos concejos. En la AS-212 se retiró el argayo localizado debajo de Luiña. Por su parte, el alcalde de Pola de Allande, José Antonio Mesa, respiraba más aliviado tras haber llegado a Cabral, único pueblo que seguía aislado.
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