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El Gobierno central dio ayer explicaciones sobre la variante de Pajares y lo hizo por partida doble. En Madrid, el diputado de Foro, Isidro Martínez Oblanca, aprovechó su turno en el pleno en el Congreso de los Diputados para lamentar el «enésimo ... fiasco» en las fechas de apertura de la infraestructura. El presidente Pedro Sánchez, le respondió que «el AVE a Asturias va a entrar en servicio en los próximos meses. Ese es el compromiso del Gobierno de España».
El papel de acudir a Asturias a dar explicaciones lo había asumido por la mañana Isabel Pardo de Vera, secretaria de Estado de Transportes y 'número 2' del ministerio. Primero se entrevistó con el presidente del Principado, Adrián Barbón, después detalló durante dos horas y ante una representación de los agentes sociales la situación de las obras y los problemas sufridos. Por último habló para los medios de comunicación.
Aseguró que la variante entraría en servicio este año «por supuesto»; tendría que ocurrir «algo muy gordo, otra pandemia u otra Filomena». Cuando lo haga habrá dos hitos. El estreno con los trenes con los que cuenta ahora Renfe implicará un tiempo de viaje desde Madrid de «3 horas para Oviedo, y 3 horas y 20 o 25 minutos para Gijón». Son tiempos para servicios «sin paradas», es decir, en función de los altos que haya en el recorrido habrá que incrementar en unos minutos esa expectativa.
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Después, una vez entre en servicio el modelo Avril que Talgo está tratando de homologar, «podremos aprovechar la velocidad de 330 kilómetros por hora en el tramo Madrid-León». Ahora el servicio Alvia no puede pasar de los 250 en el mismo segmento, por lo que la mejora permitirá «neutralizar» el tiempo que se pierda en las paradas. Al norte de León la secretaria de Estado explicó que «la línea está diseñada para mercancías y viajeros» y por ello tendrá unas velocidades más limitadas.
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Aclarada la apertura y los tiempos, la 'número 2' del Ministerio de Transportes fue prolija a la hora de detallar por qué en junio pasado se prometió que la variante abriría en mayo y ahora se sabe que es una fecha imposible. Descartó que la promesa se hubiera hecho por presiones políticas («en ningún caso») y explicó que se basaba en la expectativa de terminar todas las obras de la traza ferroviaria en la segunda quincena de diciembre, momento que permitiría que el área de Construcción de Adif delegara la gestión de la variante a la de Circulación, paso que acelera las pruebas con trenes. «Hubo pequeños retrasos de dos días de entrega en tarjetas de enclavamiento y componentes electrónicos y en diciembre vimos que sumábamos desplazamientos que nos llevaban a la segunda quincena de febrero» como culminación de esa parte de las obras. «Se pecó de optimismo, los que tenemos el concepto de que estas obras llevan dos décadas igual no supimos ver el descrédito y la frustración de los asturianos, que ya no se creen nada», expresó.
«Entiendo el descrédito que hay entre los ciudadanos y pido disculpas», repitió en varias ocasiones, al tiempo que hizo una encendida defensa de los técnicos y puso un contexto muy específico. «Hablo de un retraso de ocho semanas sobre la programación que se le dio al presidente Adrián Barbón, pero quiero ir al fondo del asunto», empezó.
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Pardo de Vera identificó en «las injerencias políticas» la madre de todos los retrasos que explican que hoy, a 19 años del inicio de las obras, la variante siga sin terminar. Los proyectos de obra se licitaron «cogidos con imperdibles, solo hay que ver su evaluación económica y el precio real final; no se adecuaban a la realidad». Luego, en 2012, «llegó la crisis» y se produjo «una defenestración en Adif, con dirigentes que llevaron a la empresa al fracaso». Según relató, ella estaba en las obras del AVE gallego y «veías que todo se desmoronaba, que llamabas a Madrid y nadie atendía. Era todo ineficiencia».
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La frustración la llevó a salir de la empresa, si bien luego la recuperó la ministra Ana Pastor. «En 2016 me encontré con que todas las líneas estaban paradas, teníamos 217 expedientes que desbloquear». En la variante «los contratos de montaje de vía, ventilación, instalaciones y catenaria estaban todos contaminados, las obras sin prorrogar. Todo era una ineficiencia absoluta». Con todo, «pido disculpas por un retraso de dos meses en una obra de 240».
Sobre la renovación de Lena-Oviedo, aseguró que una vez adjudicada se hablaría con las empresas para evitar cortes del tráfico ferroviario. Del Corredor Atlántico se mostró firme defensora y lamentó que la Xunta, organizadora de la cumbre que se celebrará este viernes, no haya invitado a nadie del ministerio. En la Cadena Ser, Pardo de Vera se mostró también crítica con los peajes que sufren los asturianos.
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