Sanidad en Asturias

La Junta reprocha al Principado que cierre la legislatura sin aprobar el Plan de Salud Mental

Una situación que cosechó el reproche de todos los grupos de la oposición. «Es un fracaso», resumió el portavoz del Grupo Mixto, exdiputado de Ciudadanos Armando Fernández Bartolomé, impulsor de la comparecencia ante la Junta del consejero de Salud. Como él opinaron el resto de portavoces. Es decir, los de PP, Ciudadanos, Podemos, IU, Foro y Vox, Beatriz Polledo, Carlos Fanjul, Ricardo Menéndez, Ovidio Zapico, Adrián Pumares y Sara Álvarez, respectivamente. Todos exigieron que «la salud mental sea asunto prioritario» y reclamaron «más recursos y personal».

En su respuesta, el consejero aseguró que, pese a no estar listo en este mandato, «gracias a la aprobación de los presupuestos de este año, muchas de las 240 medidas que incluye el plan están ya en marcha». En esa línea destacó lo ya anunciado de la creación de un hospital de atención infanto juvenil en Gijón, así como duplicar las plazas del de Oviedo, «que pasará de cinco a diez camas», subrayó Pablo Fernández. Acompañado por la gerente del Servicio de Salud del Principado (Sespa), Concepción Saavedra, y por la directora general de Salud Pública, Lidia Clara Rodríguez, el consejero aseguró que «para el Gobierno del Principado la salud mental es una prioridad» y como prueba recordó «los 83 millones que se han reservado para la materia en los presupuestos». Un dinero que tiene dos objetivos «aumentar los recursos humanos» y «disminuir la medicalización».

Y esos dos objetivos, más personal y menos fármacos, fueron los arietes utilizados tanto por Fernández Bartolomé como por los portavoces de PP, Podemos y Vox para cuestionar la versión del consejero. «Creo que ha dicho que tendremos 132 psicólogos y 150 psiquiatras. Esas cifras son muy bajas para lo que necesitamos». En esa línea, Menéndez Salmón recordó que «en las negociaciones de Podemos con el PSOE, planteamos la necesidad de llegar a 200 psiquiatras, para cumplir con la ratio europea, pero vimos que no había un problema de recursos económicos, sino de concepto, ya que se destinó mucho más a la farmacología».

Unas críticas a las que el consejero respondió con el recuerdo de que «se creará una figura de coordinación de centros geriátricos, que será la encargada de analizar la situación de cada residente con medicación, para, en colaboración con Atención Primaria, ver si se puede mejorar la situación». Una coordinación que también habrá «entre los centros educativos», ya que, apuntó Lidia Clara Rodríguez, «tenemos en marcha la agenda activa del suicidio». Dos centros de salud de la región, La Calzada II, en Gijón, y Villalegre, en Avilés, serán objeto de un proyecto piloto sobre la atención a los pacientes infanto juveniles.

No convencieron las explicaciones a la portavoz de Vox que, además de recordar «a todos los enfermos y a sus familias», no olvidó que «Asturias es la región con mayor tasa de suicidios de todo el país» y pidió concreciones a medio plazo «para las persona que están sufriendo ahora el problema». «Es nuestra preocupación», contestó la directora general de Salud Pública, «por eso, en el Plan de Salud Mental planteamos un mapa de riesgo y cómo hacer difícil el acceso a esos lugares o a los medios para llevar a cabo un suicidio».

Mientras el portavoz de Ciudadanos pidió no ir «hacia una 'argentinación' de la salud mental, no todos los problemas se solucionan con terapia», Ovidio Zapico, de IU, prefirió ver el vaso medio lleno. «Nos hubiera gustado contar con el plan, porque la Salud Mental debe ser una prioridad, pero me quedo con lo avanzado», a la vez que propuso que «en la próxima legislatura pueda desarrollarse una Ley de Salud Mental».

Una ley a la que se refirió previamente el portavoz de Podemos. «La Rioja ha sido la primera comunidad en aprobar esta ley», quien también planteó la necesidad de clonar la idea en Asturias. «No veo mal la ley», explicó el consejero, «pero creo que el Plan de Salud Mental recoge ya los recursos y los objetivos».

Sus palabras siguieron sin convencer al portavoz del Grupo Mixto. «Cuando la pobreza entra por la puerta, la salud mental salta por la ventana, consejero», argumentó Armando Fernández Bartolomé quien auguró «una brecha generacional de proporciones incalculables» si no se contrata más personal. a portavoz del PSOE, Carmen Eva Pérez, recordó que «lo que más afecta a la salud sigue siendo la pobreza» y respaldó la tesis del consejero de que «pese a no estar aprobado el plan, ya están en marcha muchas de sus medidas».

Como ejemplo, abundó la gerente del Sespa, «la visión de género que debe haber en los datos», que prueban una excesiva medicalización de las mujeres. «Prácticamente doblan el dato de los hombres», apuntó la directora general de Salud Pública, que abrirá un proyecto de salud de las mujeres, con una línea específica de la salud mental. Un argumento que replicó el portavoz de Ciudadanos. «Se sabe que los hombres acuden menos a consultar por un problema de salud y ahí puede haber mayor soledad y exclusión».