Beatriz Cimadevilla, con la señal que indica que el suyo es un hotel refugio. CAROLINA SANTOS

Hoteles y bares, refugio para víctimas de maltrato

El sector turístico gijonés estrena el protocolo contra las agresiones sexistas

CHELO TUYA

GIJÓN.

Jueves, 22 de noviembre 2018, 03:51

Es una mano de color malva. Lleva un lazo en el dedo meñique y un texto en el que se puede leer 'Este local no tolera las agresiones sexistas'. Es más que una pegatina en el escaparate. Y más que un aviso a los agresores. Es el anuncio de que en ese local se da refugio a las víctimas. Porque el sector turístico gijonés aplica ya el protocolo contra las agresiones sexistas que el Ayuntamiento de Gijón implantó antes del verano. «Allí donde hay una mano, hay un refugio para una víctima».

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Así lo asegura Felisa Soria, directora de la Oficina de Igualdad de Gijón. Como ciudad pionera en Asturias en poner en marcha un protocolo similar, la experiencia se va desarrollando «de la mano de expertos». Así, se ha formado «a un grupo de empresarios, a los que se han adherido al protocolo», para dar con la clave que frene la violencia sexista. «En esa reunión, fueron los hoteles los que propusieron ser refugio de las víctimas y así lo hemos hecho. Los hoteles y cualquier establecimiento en el que haya esa mano, son ya un refugio», insiste.

«Es que, de alguna manera, ya lo éramos», asegura una de las artífices de la idea. Beatriz Cimadevilla, propietaria del Hotel San Miguel. Explica que «los hoteles somos establecimientos abiertos durante las veinticuatro horas, a los que se puede venir en cualquier momento. Antes del protocolo, ya hacíamos ese servicio de asistencia en casos como menores que perdían las llaves y que tenían que esperar a que vinieran sus padres. Aquí les dábamos asistencia».

Ahora, el personal de su hotel, así como el de La Polar, Tryp Rey Pelayo, Abba Playa, Costa Verde y Apartamentos Ceán Bermúdez, saben que «si llega una chica que ha sido víctima de una agresión, nosotros debemos tranquilizarla, llamar al 112 y procurar que, si hablamos de violación, no se pierda ninguna de las pistas posibles que el agresor haya dejado». Cuentan, explica Cimadevilla, «con una zona tranquila para ello o una habitación que esté libre». Hasta el momento, asegura, «no hemos recibido ningún caso, pero estamos preparados para hacerlo».

Punto Lila en Pelayo

En los establecimientos de hostelería, el objetivo es doble: «Controlamos que no haya agresiones y damos refugio a la mujer que se sienta acosada». Así lo defiende Javier Martínez, vicepresidente de Otea, la patronal que, en su conjunto, ha suscrito el protocolo. «Nosotros tenemos la 'manita' ya en nuestros locales», afirmó. Un protocolo que también han firmado los comercios, a través de la Unión de Comerciantes del Principado, así como diferentes cooperativas de taxi. «Hay un compromiso total del sector», destaca Soria.

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Como, recuerda, «el de la ciudad». Una cuyo Centro Asesor de la Mujer, dispositivo de atención jurídica y psicológica gratuita, atiende «la mitad de los casos de violencia de género que se reciben en los CAM de toda Asturias». Y una que abrió el primer Punto Lila de Asturias. «La experiencia en Fomento estuvo bien, pero necesitamos más visibilidad».

Por eso, buscan una nueva ubicación. «A mí me gustaría, poner un espacio en el entorno de la estatua del rey Pelayo con toda la información necesaria», porque, aunque no se atendió ningún caso, «solo con estar, ya es la mejor campaña contra las agresiones».

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