El Principado asegura que la quema del combustible de Cogersa será «temporal»

Cogersa estima que producirá entre 150.000 y 160.000 toneladas al año. Tras consultar destinos que puedan utilizarlo, solo recibió propuestas de tres instalaciones y sus dueños piden dinero. Por eso el consorcio licitó la semana pasada un contrato que ofrece 16 millones a quienes le retiren la producción de combustible de un año. El acuerdo es prorrogable un segundo ejercicio.

El pliego establece que cada propuesta se valorará con un máximo de 100 puntos, jugándose 75 de ellos en el apartado económico. Quien ponga la tarifa más baja se hace con esos 75 puntos. Hay una prima de 10 puntos a quien se lleve el CSR para someterlo a procesos de valorización química, pero el resto de instalaciones pueden presentarse. No hay tecnologías vetadas.

Cogersa confirmó el lunes que eso permite que el material acabe en incineradoras. El Plan de Residuos en vigor, el de 2017-2024, pactado por el PSOE e IU, impedía a la entidad levantar su propia incineradora, establecía que de forma «preferente» destinará el combustible a un proceso denominado valorización química, pero en caso de «posible déficit temporal o parcial de mercado o inviabilidad económica» permitía llevarlo a cementeras, industrias «o instalaciones de incineración de residuos que estén ubicadas fuera del Principado de Asturias». Eso es lo que marca el plan, y lo que Cogersa ha trasladado a sus pliegos.

Hasta aquí, los hechos destapados ayer por EL COMERCIO y que soliviantaron a alcaldes y oposición. La regidora de Gijón, Carmen Moriyón, pidió «poner las cartas sobre la mesa y abordar de forma rigurosa la elaboración de un nuevo plan estratégico». «Asturias debe poder afrontar con garantías un futuro que, indudablemente, vendrá marcado por la eficiencia en una gestión sostenible y, para ello, no puede estar expuesta a este tipo de incertidumbres e imprevistos», señaló la alcaldesa. «Es indudable que Gijón, como la ciudad más grande de la región, debe tener un peso específico en ese proceso. Y si es necesario liderarlo, lo haremos», apuntó.

Luis Venta, del PP, tachó el plan actual de «engaño del PSOE»; «Asturias tendrá que pagar por incinerar basura, y ello repercutirá en los ayuntamientos y en el recibo de la basura que pagan los asturianos». Gonzalo Centeno, de Vox, ve en el caso «puro fanatismo climático e ideológico. Este combustible supuestamente ecológico supone un tratamiento industrial mucho más caro, que se trasladará a su precio». Covadonga Tomé, diputada de Podemos expedientada, dijo temer «que esta planta no sea más que una incineradora encubierta».

El Principado reaccionó con un comunicado en el que asegura estar trabajando en un nuevo plan de residuos que identificará «una solución definitiva para el CSR». Como opción «preferente» sigue defendiendo la valorización química, «pero para ella no hay soluciones maduras por el momento», asume. Por eso el concurso de Cogersa «no descarta otras opciones de valorización». «El contrato contempla como segunda opción, siempre con carácter temporal o transitorio, la obtención de energía a partir de la valorización de los paquetes o fardos de CSR», anota.

«El debate de la incineración está superado, ahora nos toca diseñar el futuro a través del nuevo plan de residuos para maximizar la obtención de materias primas a partir de CSR como parte del futuro de Cogersa», anima la consejera de Transición Ecológica, Nieves Roqueñí.