Peligrosa operación de búsqueda en el alud de San Isidro

La máquina quitanieves no fue encontrada por los equipos de rescate hasta las dos de la tarde de ayer, a más de 200 metros precipicio abajo. La fresadora, en la caída, quedó completamente destrozada y partida en tres partes. Es ahí donde se centraban las labores de búsqueda del operario del servicio de limpieza de carreteras del Principado.

El rastreo en la zona se reinició ayer poco después de las 8 de la mañana tras haber sido detenido en la madrugada anterior (a las 2.29 horas) por las malas condiciones meteorológicas. El jefe supervisor de Bomberos del SEPA, Eduardo Rubio, explicaba -junto al puesto de mando avanzado, ubicado en Felechosa- que el área de búsqueda del operario «es muy extensa» y de complicado acceso. Al tratarse de una zona muy vertical, donde va a evacuar toda la nieve, se optó por la retirada del lugar, por seguridad, del personal de tierra, ante el temor a nuevos aludes. La decisión se adoptó sobre las tres de la tarde, cuando ya estaba nevando copiosamente en la zona. Rubio explicaba que permanecer en el lugar sería «arriesgado». «Hay puntos muy peligrosos, ya que la nieve se está moviendo, y no habría vía de escapatoria para nuestros trabajadores ante el riesgo de avalancha», añadía.

La intención era seguir con el operativo de búsqueda con un dron; pero tampoco fue posible por el mal tiempo. Se espera que pueda ser usado a lo largo de la jornada de hoy. También se baraja el uso de un helicóptero. No obstante, el jefe supervisor de Bomberos señalaba que la operatividad de los medios disponibles, tanto los humanos como los técnicos, se determinará cada mañana en el puesto de mando y se adaptará a las circunstancias de cada momento.

Previamente, los rescatadores accedieron a la parte baja del precipicio, porque era menos arriesgado que hacerlo desde la propia carretera, que ya quedó despejada a pesar de la gran cantidad de nieve acumulada. «Esa fue la dificultad, acceder hasta allí en un primer momento», incidía Rubio. «Los últimos kilómetros tuvieron que recorrerse a pie cuando comenzó el operativo del rescate».

El aparcamiento de la residencia del Montepío se ha convertido en la base de operaciones. El equipo humano lo componen unas 80 personas, con efectivos de Bomberos, el Grupo de Rescate y Unidad Canina, el GREIM de la Guardia Civil y la Unidad Militar de Emergencias (UME), que se incorporó ayer con dos pelotones de 25 personas cada uno (además de un grupo cinológico, un grupo especial de montaña, una cuña y un vehículo oruga). Hasta la zona también se desplazó la consejera de Presidencia, Rita Camblor; el consejero de Medio Rural y Cohesión Territorial, Alejandro Calvo, y la delegada del Gobierno en Asturias, Delia Losa.

Los dos operarios se vieron sorprendidos por el alud cuando estaban fuera de la fresadora, limpiando el tubo extractor que expulsa la nieve acuchillada, que quedó atascado.