Iván, Rubén, Jorge, Amadeo y David, las cinco vidas que se cobró la mina en Cerredo

«Les conocía a todos», «había uno que yo le llamaba ojos bonitos», «les conocí en la mina, trabajé con alguno». Los vecinos de Villablino recuerdan a los cinco fallecidos en la mina de Cerredo en las conversaciones de bar y de calle. La localidad leonesa, de luto oficial durante tres días, conoce bien lo que es capaz de hacer la mina y esa sensación es una de las más duras.

La cara más oscura de la minería, así definía a Leonoticias el suceso Mario Rivas, alcalde de la localidad de la que eran naturales varias de las víctimas, y así lo sienten muchos mineros. El negro del carbón hoy tiñe los corazones de luto por la muerte de Iván, Rubén, Jorge, Amadeo y David.

El berciano se llamaba David Álvarez, de 33 años. Era hijo de minero y contaba con experiencia en el sector, no en vano fue uno de los mineros que vivió el cierre del Pozo Salgueiro de Uminsa, en Santa Cruz de Montes, León, la última explotación que cerró en la comarca de El Bierzo. Estaba en esta mina desde el pasado mes de enero.

Jorge Carro, natural de Sosas de Laciana, fue otro de los mineros que perdió su vida en Cerredo. El lacianiego había tenido un bar y era papá de «una nena de unos dos años». En el accidente también falleció su primo, Rubén Souto Robla era natural de Caboalles de Abajo.

Otra de las historias que más han llorado en la comarca es la de Amadeo Castelar, natural de Villaseca y casado en Caboalles de Arriba, donde vivía. El lacianiego había estado de baja y se había incorporado a su puesto «hace unos 10 días».

Iván Radío, de Orallo, fue otro de los mineros que este trágico lunes perdió la vida en Degaña.

Con ellos, cuatro compañeros asturianos y leoneses sufrieron heridas de gravedad y están ingresados en León, Ponferrada, Cangas del Narcea y Oviedo con diferentes pronósticos.

Al otro lado de la cordillera esperan los restos de los fallecidos en el polideportivo de Villablino, donde tendrá lugar una capilla ardiente conjunta. Se trata del peor accidente minero en Asturias desde que otra bolsa de gas grisú segó la vida a 14 trabajadores en el Pozo Nicolasa, en 1995. Más recientemente en la vecina León el maldito grisú también se llevó por delante a seis mineros en el Pozo Emilio del Valle.

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